martes, 21 de mayo de 2013

Que no te las den con Coco

Me encanta el coco. Siempre acudo a Google para todo y por qué no, para ver cómo abrir un coco. Lo primero que sale es un vídeo de la página cocinafacilisimo.com. Un chico muy majo te va explicando los pasos. 1er paso: con un sacacorchos perforar los tres puntos que tiene el coco en la parte de arriba. Plan B: un destornillador y un martillo (los agujeritos están duros de cojones). Chupao. Eso sí, luego no había Dios que sacase el destornillador del agujero. Alicates en mano intento hacer palanca para poder sacar el dichoso destornillador del coco. Con media caja de herramientas fuera, consigo sacar el destornillador. Los demás agujeros los abrí con el sacacorchos y el martillo. Saco el agua del coco y lo reservo. 2º paso: con el martillo le vas dando golpes secos a los laterales del coco y se abre una raja perfecta (eso, en el vídeo). Chupao. Le di unos golpecitos y no había Dios que rajase el coco de los cojones. Plan B: de golpecitos paso a machetazos, con el otro lado del martillo. El ruido era insoportable y el coco de los huevos, no se abría. Eso sí, la cocina llena de pelillos del coco por todos lados, porque con los mamporrazos del martillo, salían disparados en todas las direcciones. Se empezó a hacer un surco en la cáscara y poco a poco se fue rajando el coco, pero esta raja se parecía más a una imagen de electrocardiograma después de haber hecho el maratón de Nueva York, que a la raja del vídeo. Empecé a acordarme del programa de Bricomanía, en el que todo parece fácil. Luego te pones tú y la estantería que has construido, copiando al programa, parece más arte abstracto de ese que aparece en medio de una sala de museo (como la típica escultura hecha con un cacho de hierro, al que llaman “El ángel sobrevolando el paraíso” y que para ti es una mierda de cacho de hierro que han encontrado en un desguace y lo han plantado tal cual estaba). Vamos, que mi coco parecía el primo lejano, lejanísimo, del coco del vídeo. Y por no hablar de cómo había quedado la cocina. Cachos de cáscara y pelillos por toda la encimera, suelo y hasta en el pasillo. 3er paso: vaciar el coco. Con un cuchillo y bla bla bla. Resultado: media mano rajada (creo que en mi otra vida fui aldeana vasca o algo así). Al final del vídeo escuchas lo siguiente: “Si te ha gustado este vídeo, no dudes en suscribirte al canal de cocina facilisimo, en youtube”. Yo más bien lo llamaría “Canal de cocina facilisimoyuncojóndeAjolote.com”. Ingredientes: 1 coco (depilao, si puede ser) Utensilios de apertura: sacacorchos o en su defecto, 1 destornillador, 1 martillo, alicates, aspiradora, tiritas, un ordenador para ver el vídeo (que sin duda, os recomiendo no ver) tapones para los oídos y mucha, muuuuucha paciencia.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Un Viaje Inesperado

¡¡Y yo con estas pintas!! Todo comienza con un problema en el tubo de escape de mi coche. Hay que desmontarlo así que llamo a Pedro, que también es un manitas en esto de la mecánica, para que me lo solucione. Quedamos en que se acercaría a casa a echarle un vistazo al coche para ver si hay que cambiarle alguna pieza o si sólo hay que recolocarlo en su sitio. A mí, que me gusta la cama más que a las sábanas, me da por levantarme justo cuando me llama para decirme que ya está aquí. Hago como los americanos y me pongo el abrigo encima del pijama. Me lavo la cara, me pongo una diadema para darle algo de presencia a mi melena sin peinar y salgo tal cual. Sólo íbamos a estar en el garaje de casa, así que no tendría que temer porque alguien me viese sin ese glamour que me caracteriza. Saco por fuera el cuello de mi camisón de ositos para que el abrigo no me dé frío en la nuca. 1er encontronazo, en el ascensor: La Happy Family que sale a comer fuera en sábado. Yo, mirando al suelo, buscando moscas. ¡¡Puff!!, bueno, no ha sido tan grave. Ahí está Pedrito, tirado debajo de mi coche buscando el problema. Yo, con mi camisón de ositos asomando y mi abrigo largo. – ¡Vamos un momento a la gasolinera, donde hay un tejado, porque aquí no tengo luz y en la calle llueve! – me dice. Pues allá vamos. Una vez en la gasolinera y sin poder hacer gran cosa: - ¡Vamos a mi oficina porque allí, hay un “tren de elevación de coches” (como yo lo llamo)! – me vuelve a decir. Pues allá vamos otra vez. Yo, con mi camisón de ositos asomando y mi abrigo largo. Es sábado por la mañana y llueve. Nos acercamos a su oficina, en el parque de bomberos de una localidad que no pienso mencionar, por si me reconocen y me denuncian por alterar el orden público con mi camisón de ositos. Joder, yo, ¡en un parque de bomberos y en pijama de ositos! Me van a dar el premio por el mejor insulto a la distinción, gracia y estilo del año. Pijama de ositos, diadema de las que nunca sacarías a la calle si fueras bien vestida pero eso sí, sin ninguna arruga en la cara, debido a la relajación con la que todavía contaba mi piel por estar recién levantada. Por lo menos es un punto a mi favor, ¿no? Empiezan a salir fornidos e irresistibles bomberos para hacer ejercicio y yo cagándome en Pedro, en mi tubo de escape (bueno, en el del coche), en mi camisón de ositos y otra vez en Pedro. La frase: “le echo un vistazo en el garaje y ya está “no hacía más que resonar en mi cabeza. De vuelta a casa, aún nos paramos en un camino porque resulta que se le había caído el tapón de la gasolina a su coche. Antes de llegar a mi casa paró en una gasolinera y con las prisas y el miedo a que yo le echara la bronca por llegar tarde, para que nos vamos a engañar, se olvidó de cerrar con llave el tapón de la gasolina, así que a medio camino de mi casa, el tapón decidió ir a dar una vuelta por el descampao de al lado. ¡Hala!, a pararse y a buscar el dichoso tapón. Y yo, con mi pijama de ositos y mi abrigo largo por el arcén de la carretera donde no hacían más que pasar coches. ¿Qué pasa? ¿Qué hoy le ha dado a todo el mundo por ir a comer a la sierra? “Le echo un vistazo en el garaje y ya está”, ¡¡Y una mierda ya está!! ¿Quién me iba a decir a mí que pasearía en todo mi esplendor elegante a la par que chic y cool por todo el pueblo?? Es lo que tienen los viajes inesperados.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Un Día Caótico

Me cago en hoyyyyy!!! Tenía cita a las 10:00 en una ETT en el centro de la ciudad. Madrid, Verano, Agosto .... con salir media hora antes voy sobrada. Hace unas semanas estuve manoseando el TOMTOM y desde entonces algo ha cambiado en mi vida. Esta mañana metí la dirección que me habían dado, varias veces y no me la aceptaba. Me tiré media hora peleándome con el navegador que compré en Media Markt Yo No Soy Tonto. Desde el día que le di a unos botoncitos la señorita del aparato ya no me habla. Ya no me indica que en la siguiente rotonda siga de frente. Ya no me advierte que el cruce es peligroso. Ya no me toca más los cojones... pero yo quiero que me los vuelva a tocar. Ahora me sale una flechita pequeña que cuando ya me he pasado la salida se tuerce indicándome que era por alliiiiiiiiiii i i i i .... Eran las 10 menos 10, decidí dejar el navegador y utilizé mi plan B: el comodín de la llamada. Llamo a Pedro y que me diga cómo ir, apunto las indicaciones y ya está. ¡Uf! la batería del móvil con 1 rayita. Si me estuviese jugando 300.000 €, los habría perdido ¿Donde narices está el Peter de los cullóns? Tirada en una cuneta, con los warning, peleándome con el TOMTOM, sudando la gota gorda, y encima la luz de la reserva de gasolina encendida. Ya eran las 10:00. Plan C: llamar a la ETT y poner voz de corderito degollao: - hola, perdona es que he tenido un problema con el navegador y estoy un poco perdida - (mentira nº1: un poco perdida no, ¡todavía en el portal de mi casa!). - ¿tu sabrías indicarme cómo llegar de...... hasta.......? - El "puff" del chico ya me puso más nerviosa. Ese "puff" todos sabemos lo que significa: "lollevasclaromorenaestasmaslejosquemartedemicasa". Me indicó y memoricé la Cibeles a la derecha, Goya a la izquierda y luego a la derecha. Vamos!... que no llegué ni de coña. Lo de la Cibeles bien, pero luego me pasé lo de la izquierda y ya no pude rectificar porque señores y señoras, ¡Madrid es genial! te confundes de calle y las cagao. Tienes que volver ooooootra vez a tu casa porque la señal de tráfico que más abunda aquí es la de "media vuelta prohibida", más conocida como: "agáchatequetedoyporculomientrasmetomoundaikirydefresayencimameriodetucara". Todos mis sentidos puestos en llegar como fuese. Esta calle me suena..... ahhhhh..... es que he pasado por aquí antes y no me han dejado dar media vuelta para rectificar. Un ojo puesto en la carretera, el otro en los espejos retrovisores, una oreja para los pitidos, la otra para las sirenas de ambulancias, una mano para el volante, la otra para pelearme con el TOMTOM.....¡¡ coño!! ¡¡un semáforo en rojo!!! Se me había olvidado que había semáforos. Y encima, la mitad de la ciudad con carril bus y para taxis. ¡¡¡Si!!! ¡¡¡También me metí en alguno!!! ¿Quéeeeeee pasa? Por fin llego a la calle y hago caso de lo que dice la gente: - en cuanto veas un parking no dudes y mete el coche - Busco el número de la calle yyyyyyyyy no hay nadaaaaaaaaaaaaaaaaa. ¡Joder, me han tomado el pelo! Les llamo por teléfono para pedirles explicaciones ¡Ah!, ¿que no es esta la calle????? Con los nervios me había equivocado de calle. El coche aparcado muy bien sí sí sí, pero a tomar por culo. A patearrrrrrrrrrrrrrrr. Tras una buena entrevista a pesar de llegar 1 hora tarde, salgo camino al trabajo. No hay problema, tengo tiempo de sobra, tres cuartos de hora. Vuelvo a colocar el navegador. Hago un esfuerzo por seguir la puta flechita y no equivocarme. Echando de menos la voz de la petarda me vuelvo a equivocar. A todo esto, llevaba 2 días con la luz de la reserva encendida. ¡¡¡¡Gasolinaaaaaaaaaaaa que me quedo sin gasolinaaaaaaaaa!!!! Haciendo un giro se me enreda el cable del TOMTOM en el volante. La ventosa se despegue del cristal, se cae el puto aparatito y se queda colgando en no sé dónde. No sabéis lo que es ir por un sitio que no conoces de nada, siguiento las indicaciones del navegador y que de repente se te despegue del cristal. El semáforo en verde y yo desenredándome del cable, cagándome en la ventosa del artilugio y pensando en no quedarme sin Gasolina. Pedro llamando y yo diciendo en alto: - No me jodas ehhhh que ahora no puedo coger, tengo muuuchos asuntos entre manos - Llegué al trabajo tarde, a la ETT tarde, sin batería en el móvil, con 2 gotas de gasolina, ampollas en los pies, sin desayunar y rogando a la señorita del TOMTOM que me vuelva a hablar.

jueves, 27 de octubre de 2011

¡Ayyyyy! ¡No me Estreses!

Creo que nunca había pasado tanto estrés en el ginecólogo. Me tocaba revisión anual. Mientras "el gine" me metía mano (aunque a mi me daba la impresión de que estaba metiendo las dos y la mesa camilla) va y dice:

- ¿Quieres tener hijos ahora? -
- Nooooooo!!! - dije yo con cara de estreñida y con ojos de haberme metido un extintor por "ese sitio que no me veo".
- ¡Ah! te lo digo porque estás ovulando - dice él.
- ¡Ah! ....... vale - digo yo con cara de ovulación.

Hoy he ido a por los resultados. Todo bien, como siempre. Peeeeero:

- Marta, hay que tener hijos. Ya va siendo hora - me dice el hombre.
- Prefiero adoptarlos, pobriños, hay muchos - digo yo con cara de estresada y ojos de haber visto a Elvis en mi baño.

Este hombre me quiere hacer madre por cojones y con calzador. ¡¡Qué tío plasta!! Va a salir en mis pesadillas paseando a un espermatozoide gigante y cabezón persiguiéndome cual Benny Hill en calzoncillos. El año que viene tendré que llevarme al niño de la vecina y decirle que es mío, pa que se relaje.

Así que si algún día me veis con un pitufín, que sepáis que ha sido por prescripción facultativa.

jueves, 22 de septiembre de 2011

El Lolailo

Hacía una noche estupenda. Todo era perfecto. Estábamos cenando en la terracita de un restaurante inglés en un pueblecito precioso. Nuestra mesa estaba bajo unos árboles de grandes flores rosas. La cena estaba buenísima. Las costillas se deshacían como mantequilla y las patatas fritas rebozadas en harina estaban muy ricas. A nuestro lado había otro restaurante en el que alguien tocaba música en directo. Era una pareja inglesa, ella cantaba y él tocaba el violín o la guitarra, según la canción. El músico salió a tocar el violín para la gente de su terracita. Era una maravilla. Como estábamos justo al lado, también pudimos disfrutar del espectáculo. El ambiente de la cena no podía ser mejor. La gente aplaudía. ¡Luego apareció el de “nuestra” terracita! Un tío moreno con dos dientes, (parecía uno de esos abuelos que encuentras por los pueblos de castilla) el pelo alborotado con una coleta mal hecha y tocando un lolailo gitano. La letra era impresionante: “yo soy un yonkiiiii y me meto de toooooooo, le doy a la cocaaaaaaaa”. El cántico iba acompañado de una coreografía simple y muy nuestra: unos giros bruscos de cabeza que no sé como no se le enredaba la coleta. Si fuera alemán ni nos habríamos enterado de la letra y habríamos quedado encantados. Pues con la tontería, el “Lolailo” se sacó unos eurillos.
¡Ole nuestro arte españo!

jueves, 18 de noviembre de 2010

"Anécdotas" de mi Trabajo

Esta mañana, se acerca una chica con pinta de gitana-choni y me dice: - hola, quiero unas botas de clatón - yo pensé: pobre, no sabe hablar bien, querrá decir de tacón. - ¿De tacón? - digo yo con intención de no ofender a la pobre chica - No no, de clatón -. Al ver la cara de medusa aplastá que puse, me dice: - ¡LAS DE CLATÓN, de esas de goma que anuncian en la TELE de muchos colores! -. Jolín, hay que ser adivinos y encima ver la tele. - ¡¡Ahhhhhh, las botas de Decathlón!!, le digo. Es que te has equivocado de tienda, tienes que salir y a la derecha coges el ascensor bla bla bla bla.
La gente NO LEE ni se fija en nada. Mira que tenemos un cartel ENORME que dice "XXXX" (nombre de la tienda), no dice "Mc Donalds", ni "Zara", ni "Todo a 1 euro", ni "Eres tonto porque esto no es Decathlón y estamos hastaloscojones de que todo el mundo se equivoque". ¿¿¿Es que no leemos señores???. Muchas veces, cuando me piden un modelo en concreto, yo ya me doy cuenta de que se han equivocado de tienda, pero me gusta darles rollo y perder el tiempo. Al final cuando ya me aburro de hacer de dependienta amable, les digo: - Ah, claro, es que usted me está pidiendo algo que no vendemos aquí, usted quería ir a Decathlón, verdad? - Y con cara de pichón desplumao me dicen: - Ah, ¿que esto no es Decathlón? - Pero lo mejor es cuando me piden un zapato de la marca X y yo les digo que eso no lo tenemos. - ¡¡CÓMO QUE NO, SI LO HE VISTO EN LA TELE!! - yo les dejo que se pongan chulas y que pierdan los nervios y entonces, cuando ya se les salen los higadillos por la boca les digo: - Ah!! pero señora es que se ha equivocado de tienda, esto NO es Decathlón - todo esto, acompañado de una sonrisa inocente y angelical al mismo tiempo que pienso: (energúmena petarda grítale a tu padre y a sus compañeros del dominó). Teníais que ver la cara que se les pone. Se les bajan los humos en un periquete. Y yo, me quedo con mi sonrisa triunfal y malévola.
Luego está la que viene a buscar unas botas de agua. Se las enseño. Las hay de todo tipo: con tacón, sin tacón, con cuña, de lunares, de cuadros, negras, granates.... pa dar y tomar. Para pijas, para chicas prácticas y para gente que lo que quiere es una bota para la lluvia, sin florituras. Al verlas me dice: - "Ah, pero son para lluvia. Claro sólo valen para un día de lluvia y ya está. Y para nada más. O sea, son para agua y ya está, y para nada más" - Ella se lo guisa, ella se lo come (yo, ni abrí la boca. Era un monólogo de una loca con su propio ser). Y yo flipada!!. Me pide unas botas de agua para LLUVIA, para cuando LLUEVE, y ¿¿qué pretende?? ¿usarlas para escalar el Himalaya? ¿para la trata de caracoles Gyraulus acronicus? o ¡¡acaso para hacer ballet!!. Y no se va, la tía jodía, diciendo: - es que si sólo valen para lluvia..... - A veces pienso que nos ponen cámaras ocultas para luego colgar el vídeo en Youtube. Eso, o que la gente que se aburre en casa, como hay crisis y no se puede gastar dinero, necesita ir a frikear a las tiendas.

Mi gran Torpeza

Mientras preparaba la cena, decidí terminar la botella de vino rosado que había quedado de nuestra última cena. La cocina estaba hecha un asco. Hacía días que no fregaba, así que estaba todo por el medio. Parecía la cocina de la Cenicienta. En un pequeño descuido la copa de vino se fue al carallo y mi camiseta pasó de ser amarillo lima, a rosa bergamota. Al principio me sentí como la actriz de una de esas películas de Hollywood. Una de esas en las que la mujer elegantemente vestida, derrama el vino de 500 $ la botella y baja a la bodega de su mansión de 3 plantas a por otra botella como si nada. Una vez de vuelta a la realidad, me sentí como una gilipollas en mi mansión de 1 planta y de 50 metros cuadrados. Podía haber llevado una blusa color crema tostada con botones de brillantes de Swarovski y encajes Valenciennes. Pero gracias a Dios llevaba una camiseta de esas que por 4 euros te llevas 5. La utilizo para trabajar, así que ya se podía manchar con jalea de moras hecha por las monjitas benedictinas del Perú, que me iba a importar 3 cojones de lémur.
Cocina recogida, cazuelas brillantes y camiseta en lavadora me dispongo a trabajar con mi ordenador. A falta de vino, bueno es el gazpacho. Pues ni vino ni gazpacho. Ahí va el vaso a tomar por culo. Ya era la 2ª vez en media hora que me cagaba en San Afgano de Blascomuño. Había zumito rojo por todos lados. Yo, que soy una histérica de los olores y siempre intento tener un ambientador para que huela bien el salón… para que ahora apeste todo a gazpacho barato del Lidel.

viernes, 21 de mayo de 2010

La Tarta "Sapo"

El otro día fue su cumpleaños. Me hacía ilusión recibirle con una tarta, sobre todo porque no se lo esperaba. Se me da muy bien la repostería. Desde muy joven me he dedicado a ello. El resultado siempre eran bombas atómicas con forma de postre que sólo comía yo. Nadie más se atrevía. Al final decidí hacer una tarta de chocolate porque sé que le encanta. La foto era impresionante, pero los expertos en repostería ya sabemos que nunnnnca queda como en el libro. Y también sabemos que nunnnnca se deben utilizar recetas de libros “raros” esta es la regla nº1. No suelen salir bien. No están científicamente probadas. La regla nº 2 es que nunnnnca debes experimentar con una receta, sobre todo si es la primera vez que la haces. No se os ocurra cambiar los ingredientes para darle un toque personal. Pues Yo, y mi chulería madrileña, decidimos saltarnos las reglas y hacer una tarta sacada de un libro “raro”, cambiando algunos ingredientes para darle un toque "diferente". En la receta ponía: “selva negra” (así se les llama a las tartas de chocolate que sólo llevan: chocolate). Yo, a la mía la habría llamado “pedazomierda negra con un toque amoroso”. Me cagué en la foto de los cojones, en el fotógrafo que la sacó y en la madre que parió al que se la comió. Pensé: - bueno, hoy tengo un día malo así que probablemente la estoy viendo más fea de lo que realmente es -. Necesitaba decirme a mí misma unas palabras alentadoras, si no, la habría tirado por la ventana matando a algún gavilán en extinción y encima me habrían metido en la cárcel por gilipollas. Otra cosa es lo de la vela. Sólo quería UNA. ¡Pues hija, te jodes y tienes que comprar más, porque no vienen sueltas!, ¡Pues hija, no me da la gana y robo UNA! Según iba saliendo del súper (no voy a dar nombres para que no aten cabos sueltos y me localicen) me sentía como si hubiese robado el diamante “Cullinan” y sólo me estaba llevando una vela de mierda. Cuando terminé de hacer la tarta pensé: - este es el mejor momento para que me demuestre su amor – porque tenía una pinta que no me la habría comido ni yo.Llegó el momento. Encendí la vela “Cullinan” a oscuras, para que no se viera la pedazomierda de tarta. Pidió un deseo y sopló. Seguro que pidió: “deseo que al soplar se extienda el fuego y se queme la tarta”. Quise hacer los honores y cortarla yo misma. Joder… se me quedó el cuchillo clavado al pedrusco,levanté el cuchillo y la mierdatarta seguía ahí pegada, parecía una piruleta gigante. Casi tengo que hacer palanca pa deshacerme de ella. La verdad es que me costó un huevo clavar la vela,porque la robé sin el pinchito que se usa de base, menos mal que sólo tenía una.
Me debe querer un montón, porque comió tarta durante 3 días. Lo único que no me gustó fue el comentario que hizo: "está rica, parece un sapo aplastao, pero está rica".

viernes, 7 de mayo de 2010

Mis Experiencias "Ardientes"

Me encantan las velas. Sí, es exactamente lo que imagináis. Casi me quedo sin casa. Hace años que acumulo velas bonitas que lo único que hacen es ocupar espacio. Ayer me encontraba bajo la tenue luz de mis bonitas velas. Tengo una que me habían regalado mis padres cuando yo tenía unos 10 años. Es una lata pequeña con tapadera, de color naranja con el dibujo de un osito. Siempre me dio pena usarla, así que la guardé como si fuera una cajita. Anteayer ya se había gastado pero como la mecha todavía se podía encender, pues aproveché. El caso, es que por el rabillo del ojo me pareció ver demasiada luz. Giré la cabeza y vi la famosa vela, sin cera por ningún lado pero con una llama de un par de coj….s. Plan A: me acerqué corriendo y la cojí para llevarla al fregadero y allí apagarla. Consecuencia del Plan A: quemadura de tercer grado en 3 dedos y la vela en el mismo sitio. Aquello parecía el mini-coloso en llamas. Estaba encima del mueble del salón y pegada a la vitrina llena de libros, así que no podía emplear demasiado tiempo pensando en el método que usaría para apagarla. Soy más lista que Jaimito después de una lobotomía, con lo cual, apliqué el Plan B: ¿Qué haría un niño para apagar un fuego? Pues lo que le ve hacer a los bomberos en la tele, echar agua. Dios bendito con el H2O.Consecuencia del Plan B: la baby-llama se transformó en coloso-llama y casi llega al techo. Más lista todavía y orgullosa de ser Tauro pensé “¿que con un vaso no se apaga?, pues le echo 2!” eso sí, con cuidado para no mojar el suelo ni el mueble. Y cuanta más agua echaba más crecía la llama. Me empecé a reír con una risa tontorrona que en realidad, era un acojonamiento frustrado. Sola, desamparada y sin un ángel que me sacara de ese infierno. Lo de llamar a los bomberos me parecía un cachondeo, por no decir, que al vecino no le aviso ni de coña, y la vieja de al lado no me abre la puerta por haberla denunciado por los elevados decibelios de su televisor. Los más listos pensaréis: ¡¡Joder, lo que hay que echar es arena!! Pues no tengo arena en casa, señores. Los segundos más listos pensaréis: ¡¡el fuego se apaga con una manta o prenda similar!! Claro, voy yo a estropear mi ropa, sólo por apagar una vela. Trabajos posteriores: pasar la fregona por el suelo, cajones y televisión. Poner a secar en el tendal el gato de peluche que tengo de adorno, en el mueble. Quitar con un limpia grasas los restos de cera salpicados del cristal de la vitrina del mueble. Intentar disimular el cerco redondo con forma de lata que ha quedado por no poner un protector bajo la vela. Ponerme hielo en los dedos y una pomada para quemaduras. Plan C (nunca se llegó a ejecutar) poner un protege suelos de latón, tener a mano una palangana con agua y regalarle todos los peluches a mi sobrina.

viernes, 26 de marzo de 2010

La Mierda de mi casa

Me explico: no es que tenga una mierda de casa. Tengo un piso muy mono, chiquitito y acogedor. Pa uno o pa dos, tres ya son multitud aunque hay sofá-cama. Me refiero más bien a la mierda que lo adorna últimamente. No recuerdo la última vez que tocó limpieza general, ésa que se suele hacer los domingos, justo cuando el elemento masculino decide que ha quedao con Fructuoso para ver las motos en el bar de la esquina. Motos hay todos los domingos pero es que justo éste, es el gran premio “otroputodomingodemotos” y ¡no se lo puede perder! El ser humano, (el que creó Nuestro Señor Divino en primer lugar) cada vez es más listo y cada domingo la excusa es mejor. Sin embargo, el otro ser humano (el que creó Nuestro Señor Divino en segundo lugar, ahí fue cuando surgió el machismo) es todavía más listo y cada domingo desaparece justo a la hora de comer dejando una nota en la nevera: - como te has ido a ver las motos no he hecho comida, es que me llamó la mujer de Fructuoso, ya sabes que los domingos ponen la repetición de “I love Escassi”, así que como fuera. Tienes las sobras del lunes en el horno. Si ves que predomina un cierto color verde parecido al del moho, rasca con un cuchillo -. Bueno, al final me enrollo y no estamos hablando de la mierda de mi novio (esa es otra historia).
La mierda de mi casa es particular (como en la canción, solo que yo no tengo patio). Unas veces se reúne toda debajo de mi cama y otras, en una esquina del pasillo. Las plantas son seres vivos, los animales también, el moho verdoso asqueroso de la comida del horno también… y la mierda enrollada de polvo también, por lo menos la de mi casa, que pasa de la habitación al salón y no se mueve más, porque el resto de las 45 habitaciones de mi palacio están muy lejos (en la Moncloa). Mira que se están volviendo cariñosas las bolas de mierda, que hasta me persiguen cuando paso cerca y se me pegan al pie cual cachorro de chiguagua plasta.

Conclusión Hipotética: tengo que limpiar ¡YA!
Conclusión Oficial: los domingos se acabaron las putas motos

miércoles, 24 de febrero de 2010

Cuidado con lo que Pisas

El otro día iba por la calle dando un paseo. Si te fijas bien puedes encontrar todo tipo de cosas en las aceras. Papeles que algún guarro ha tirado, chicles pegados (casi siempre de color rosa), monedas (bueno, antes de la crisis veías alguna, ahora ya ni las de 1 céntimo), etc. ¿A qué no sabéis lo que vi yo el otro día? Pues una cabeza de pescado. Ni un gato aplastao por un cooooche, ni un pájaro tieso por el golpe de un camiónnnn, ni un ratón de caaaampo, no, una cabeza amputada de pescado. Para mi, que era una merluza, bueno, su parte pensante. Me habría gustado esconderla en mi abrigo sin que nadie me viese. ¿Pa qué? Jolín, pues pa hacerme un caldito. Le echas unas gambitas y un par de mejillones y hála! Ya tienes hecha “la sopa de labuela”. Pero no debía ser la única que tuvo esa idea, porque 2 ancianitos que iban de la mano también se quedaron mirando. Me dieron pena y les dejé la cabeza a ellos. Seguro que lo necesitaban más que yo, al fin y al cabo, yo soy de chuletón :)


(dibujo de Lupi)

viernes, 25 de diciembre de 2009

Navidad en el Supermercado

Ir al cine, de bailoteo un sábado por la noche, a un Karaoke con tus amigos… ¡¡es que no tenéis ni idea!! Lo más divertido es pasar la tarde antes de noche buena en el Alcampo. Se me ocurrió salir de casa después de llevar toda la mañana encerrada en mi autismo. Guantes en mano, me dirigí a dicho supermercado. La gente andaba como loca como si a alguien se le fuese a ocurrir retirar del mercado su turrón preferido. En la carnicería la gente se pegada por el cordero. Eso decía el cartel: “cordero”, yo sólo veía un cadáver pelao y ensangrentao que bien podía ser un caniche flaco y no enterarse nadie. En la pescadería, las marujas casi se escupían a la cara porque la maruja número 1 se llevaba un langostino que la maruja número 2 tenía fichado. En la zona de juguetes, los niños no hacían más que tocarlo todo y tú con ganas de cortarles las manos y regalárselas a los padres diciendo que era un detalle de la casa, por ser fieles un año más. Esos días la gente anda empaná. En plan dominguero. Tienes que ir pasando entre la gente dando codazos como si te estuvieras quitando zombis de encima. No compré nada porque en realidad iba a pasar el rato. Es más, si me hubiesen dejado una silla de camping y unos gusanitos, me habría quedado allí a pasar la tarde.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Mis Experiencias Paranormales

Me encantan las pelis de miedo. Me encantan porque son las únicas que no me hacen pensar ni analizar la vida y como últimamente me da por ahí, pues me lío a ver pelis de este tipo como una condenada. No me dan miedo y me entretienen mucho. Podría decir que soy una experta en el género. Ayer vi una que me puso los pelos de punta. Es de actividades paranormales y fantasmas y cosas en las que no crees a menos que lo vivas tú mismo. Yo, a esto, le tengo un poquito de respeto porque he tenido un par de experiencias “raras”. Y como soy masoquista voy y la veo.
En la película, lo típico: ruidos por la caaaasa, cosas que se mueven soooolas, sombras que salen de no sé doooonde, etc. El caso es que cuando terminó la peli, estaba completamente muerta de espanto así que tuve que salir a la calle corriendo, donde al haber tanta gente, era prácticamente imposible que ningún fantasma ni ente raro se fijara en mí. Ya sería mala suerte. Después de ver tiendas, niños, perros, viejos, marujas, un árbol, luces de Navidad, coches y cosas que no dan miedo, bueno, alguna maruja recién arreglada sí que puede dar miedo, pero es de otro tipo, y tras espantar a todos los fantasmas de mi cabeza, volví a mi casa. Estaba oscura pero encendí la luz. El armario, que es de puertas correderas, estaba un pelín, y si digo un pelín es que es un ridículo pelín, abierto. Un fantasma no invitado podía estar espiando desde dentro y yo sin enterarme. Así que cerré bien la puerta. ¡¡Un fantasma menos!! También cerré la puerta del baño por si las moscas. El caso, es que me puse a preparar la cena. Ensalada. Luego me puse a chatear con un amigo y a navegar por la red. De repente, escuché un golpe seco que casi me deja seca a mí del susto. Pegué tal bote que la silla sobre la que estaba sentada crujió. Casi me descoyunto conmigo misma y en mi misma compañía. El ruido había sido en mi piso, ni en la casa del vecino, ni en el portal, ni en la calle. ¡¡En mi piso!! Y como estaba yo sola, pues evidentemente tenía que haberlo provocado un fantasma, ¿quién sino? Me levanté e hice como en las películas: ir directa hacia el peligro, pero esta vez sin director que dijera: - ¡Corten! -.
¡¡¡¡¡¡Poooorras empepinadas con almendras israelíes del mismo norte confitadas y maceradas en Ron Barceló!!!!!! ¡¡El puto huevo!! Había puesto a cocer un huevo para la ensalada y claro, chatea que te chatea se me fue el santo al cielo. El agua se había consumido por completo y el huevo aburrido de tanta sequía, explotó. Mira que los huevos son pequeños, pues yo no sé como da pa tanto un huevo para ser capaz de decorar la pared de toda una cocina. Huevo por aquí, huevo por allí, huevo otra vez por aquíiiiiiii. La cazuela, tan negra como el culo de Calimero (www.calimero.com), estaba aburrida de tanto cocer, recocer y requetecocer. Y la cocina llena de humo parecía “El coloso en llamas” pero sin llamas. Abrí la ventana para ventilar mientras me cagaba en internet, en el huevo, en la gallina que lo jiñó, en los malos humos, en los fantasmas y en las experiencias para - “anormales”.

sábado, 31 de octubre de 2009

El Niño de la Gaita

Joder, esta mañana me han despertado a golpe de gaitazo. Una, que duerme fatal por las noches y que aprovecha las horas de la mañana para descansar lo que no descansa cuando debe, no se merece esto. ¡Menuda pesadilla de chico! En prácticas, el cabrón. Sólo le faltaba tener como teloneros a los de Camela, con el organillo y las melenas al viento. He estado toda la mañana planteándome si debía bautizar al crío desde mi ventana. Demasiada luz y demasiados testigos. Además, habría sustituido el agua bendita por la calabaza de halloween que tiene que llevar mi sobri a la guardería el lunes. Y claro, menudo disgusto se llevaría la pobre si llego sin su calabaza. Y encima para que luego el ayuntamiento me someta a trabajos sociales teniendo que limpiar los restos de sesos y neuronas esparcidas del Puto gaiteiro por la calle. A su lado había varios coches con carteles que decían algo así como “Marcha Mundial bla bla bla“, la letra pequeña no la leía desde mi ventana. Pues corre corre, que la marcha mundial la vas a comenzar tu cuando baje a molerte a hostias. ¡Te metía yo la gaita por el orificio bucal! Descubrí que la gaita era un reclamo para que el vecindario despertara de mala hostia porque luego empezaron a llegar coches y gente. Bueno, 3 coches y 5 monos. Y encima según me asomo por la ventana, el cerdo de mi vecino de arriba va y echa un escupitajo que casi me bautiza a mí.
A ver, las gaitas molan. Y el sonido es muy bonito cuando la tocan 4 ó 5 hombres en minifalda escocesa y por supuesto nada por debajo.
Y ahora que han conseguido despertarme, que me asome por la ventana, que casi me lleve restos de ADN gratuítos y que esté de mala leche, se van tocando el claxon. Yo que me había animado a ponerme un chándal, bajar y unirme a la banda de “tocahuevos despiertadulcineas”.


El niño seguro que aprendió a tocar la gaita en un curso a distancia de CCC

viernes, 30 de octubre de 2009

El Baño de una Chica

Tengo un amigo, ese mismo que no deja nunca de sorprenderme, muy majo él y muy inteligente y muy válido y todo eso, pero que el otro día me demostró que por mucho que quiera hacer ver que está al tanto de todo, a veces también baja la guardia y entonces, es cuando habría que filmarlo con cámara oculta y mandar el vídeo a la tele pa forrarse.
El otro día, la verdad es que tardó muchas horas en confesarlo y quizás no pretendía hacerlo hasta que le pregunté por qué había estado tannnnto tiempo en la ducha gastando litros y litros de agua, me contó lo que le había pasado. Con los ojos cerrados para que no le entrara agua tanteó los productos que había en la ducha. Se echó el champú y tras frota que te frota abrió un ojo porque aquello no hacía espuma ¡hostias, si esto es gel “íntimo”!, por eso NO HACE ESPUMAAAA, sólo nos faltaba a las mujeres espuminizarnos la “joya de la corona”. Tras el primer intento fallido de lavarse el pelo, encontró el champú. Se quitó los restos del Lactacyd con aloe vera, melisa y miel del pelo y se echó por fin el champú. Pero TAMPOCO HACÍA ESPUMAAAA. Abrió el otro ojo ya que en el primero le habían entrado restos del gel íntimo. ¡Hostias, si esto es suavizante! ¿¿Joder, esta niña no tiene champúuuu?? Después de quitarse los restos aceitosillos del suavizante para cabellos secos y con los dos ojos escocíos de tanto producto NO APTO para lavar el pelo, divisó de mala manera el CHAMPÚ.
Vamos a ver, hombres y espécimenes que se hacen pasar por hombres, ¿a día de hoy, todavía tenemos que explicaros que mientras vosotros usáis champú a secas, nosotras necesitamos más productos para estar tan guapas? Y es que en la ducha de una mujer hay botes de todos los colores. 3 ó 4 de champú; champú para cabellos secos, para cabellos con caspa, para cabellos castigados, para cabellos teñidos… ¡¡qué pasa!! ¡¡Con tanto cambio hormonal también nos cambia el estado capilar!! 3 ó 4 de suavizante; suavizante para cabellos secos, para cabellos frágiles, para cabellos que se encrespan, para cabellos teñidos… ¡¡pues sí!! ¡¡no vas a usar un suavizante para cabellos rizados si lo tienes liso a lo plancha!!. 1 ó 2 botes de mascarilla. En eso somos sencillitas. Uno para cabellos normales y otro para teñidos. ¡¡Joder, es que os empeñáis en que cambiemos de look y que nos tiñamos el pelo para que parezca que estáis con otra!! Un bote de exfoliante corporal. ¿No queréis tocar una piel lisita como la de los bebés? Y no sigo, pero sin que os enteréis, llenamos los muebles del baño con productos que al final nunca nos acordamos de utilizar.

¡Uf! Me alegro de haber guardado el exfoliante en un cajón, si lo llegas a pillar por banda ahora mismo parecería Filemón.
haz click en el vídeo:
"http://www.youtube.com/watch?v=E42vvGkQjag">

Una Compra en Toda Regla

Yo soy una de esas personas que hace la compra como de mentira, es decir, de las que se lleva 2 bolsitas (una para cada mano) para no cargar mucho. ¡Hija!, no va a ir una toda mona y cargando como una mula. Así que al final acabas haciendo la compra cada dos días y la despensa nunca está llena. Un día pensé en comprarme un carro y hacer una compra como Dios manda. Me hacía ilusión tener mi nevera llena, por fin. Y estaba hasta las narices de tener que comprar un día sí y otro también con tal que no cargar mucho. Algunos pensarán por qué no uso el coche como todo el mundo; pues porque no tengo manera de aparcar, vaciar el maletero, dejar todo en el portal y subir la compra. Demasiadas maniobras para mí. Así que me decidí por el carrito de “maruja dominguera”. Que sí, que los hay muy monos, con lunaaaares, imitando ceeeebra, imitando tiiiiigre, de todos los coloooooores, pero de vez en cuando hay que ser práctica y dejarse de mariconadas. Así que compré un carro en toda regla, grande, feo y de maruja. Si vas toda mona y con un buen escote os puedo asegurar que el carrito, aunque es casi más grande que tu, pasa desapercibido.
Entro en el súper toda contenta con mi carro y lo aparco en la zona de carros marujeros, descubriendo que el mío no es el más feo, jeje. Era la 1ª vez que podía meter cosas en la cesta sin preocuparme del peso, así que aproveché y me lié a meter tarros y botes. Creo que me tiré casi una hora haciendo la compra y eso que era un súper pequeñito. Cuando tienes práctica en el tema, colocas todo ordenadito en la cesta, en mi caso, estaba todo revuelto, no sabía ni lo que llevaba. Gracias a que el chico de la caja había hecho un master en orden y desastres y lo distribuyó todo de manera muy eficiente. Después de pagar cogí mi carrito y comencé a llenarlo con lo que había comprado. Novatada de principiante: compras más de lo que te cabe en el carrito. Y ahí me veis, con el carro rebosando de cosas y encima con 3 bolsas más que tuve que llevar en mano. El carro pesaba tanto que si paso a través de un tornado, ni me inmuto. Vacas volando, tejados de casas volando, árboles volando, coches volando… y Marta con su carro pegada al suelo a lo loctite. En fin… momento de “escaleras mecánicas” y claro, ¿¿cómo se me va a ocurrir a mi usar el ascensor?? Yo, a lo fácil; escaleras; y encima de las que se mueven. ¡¡Menudo numerito!! yo, peso minimosca; las 3 bolsas, peso mediano y el carro, peso pesado de cojones. Tuve que hacer varios ensayos antes de probar la ”caída escaleras abaixo”. A la 4ª o 5ª me decidí a probar suerte. Yo, hablando sola, dándome ánimos a mí misma y diciéndome que era prácticamente imposible caerme con el carro encima y las botellas de ajax concentrado de peinetas. ¡¡Pues no me caí!! Lo siento habría sido gracioso. Eso sí, estuve a puntito de protagonizar “terror en el supermercado II” debido a la cantidad de sangre y cristales clavados en la cabeza debido a la estrepitosa caída que aprovecharía más de uno para llevarse un bote de nocilla bajo la sudadera…
Ahora entiendo a las señoras mayores cuando tienen que coger las escaleras mecánicas en el Corte Inglés. ¡Es de coña! Pa grabarlo y colgarlo en YouTube.
¡Joder lo que pesaba todo! ¡Y encima no fui precisamente al súper que tengo al lado de casa! Yo, conocida por mi gran inteligencia, me voy a un súper que hay a 20 minutos andando y cuesta abajo, con lo cual, al volver a casa me tocaba subir toooodo cuesta arriba y cargada como una mula, partiéndome el espinazo cual esclavo egipcio construyendo las pirámides. ¡Vamos! que el Jorobado de Villaverde y yo, gemelos pero yo la guapa. Tuve que ir por carretera porque no quería ni pensar en tener que subir y bajar aceras. ¿Y no van y ponen un súper escalón para acceder a mi portal? ¿Uno de esos en los que tienes que usar una escalera de obrero para pasar al otro lado? Menos mal que ese día el ascensor funcionaba.

Yo no soy gilipollas, la próxima vez hago “la compra on-line” y que un guapo y fornido chico me la traiga a casa (digo la compra).

viernes, 23 de octubre de 2009

The Candy Store

Hoy he estado en una tienda, yo diría más bien “museo”, de caramelos. Una tienda llena de detalles que si no la ves con tus propios ojos no te la imaginas. Si yo, con mis 36 fabulosos años me volvía loca con cada cosa que veía, no quiero ni imaginar los ojos de un niño al entrar allí. Posters gigantescos de niñas comiendo piruletas, cajas de todos los colores, un castillo de unos 2 metros de altura hecho a base de gominolas de distintos sabores, la típica máquina de bolas de chicles pero en tamaño gigantesco y máquinas expendedoras de M&M´s de casi 2 metros de altura, de un grosor bastante considerable. Había unas 15; una con M&M´s rojos, otra con verdes… y así hasta completar todos los colores que os imagináis, y los que no. También había pértigas de metro y medio rellenas de nubes de caramelo. Máquinas de helado donde pones un vasito y en vez de caer helado, cae chicle como si fuera nata montada. Bolas de caramelo del tamaño de una pelota de tenis que pesaban lo menos 1 kilo cada una. Chocolatinas de todo tipo; incluso tú mismo podías fabricar una con los ingredientes que escogieses. Una máquina gigantesca de algodón de azúcar. Bomboneras de mini-caramelos masticables de originales sabores: sabor Daiquiri de fresa, sabor Margarita, tarta de queso, piña colada… Evidentemente hice un poupurrí y me llevé unos cuantos conmigo. También podías encontrar grandes cajas transparentes de regalices de todos los colores y sabores.
Había un apartado de caramelos para ocasiones especiales: para el día de los inocentes, caramelos que al derretirse en tu boca se convertían en sangre ficticia. Para Halloween, caramelos en forma de calabaza, brujas y fantasmas. Para una cita especial, caramelos con forma de… estos no los voy a describir.
Había otro apartado con cajitas antiguas de colección llenas de minúsculos caramelos.
Me sentía como uno de los niños de la película “Charlie y la fábrica de chocolate”, mis ojos centelleaban como los de un niño perdido en una isla de caramelo. Por cierto, entre los 20 tipos diferentes de chocolatinas que había, estaban las de “Wonka”, ¿quién me iba a decir a mi que la chocolatina de la película existía de verdad?
Iba de un lado a otro de la tienda intentando retener todo en mi memoria, como si de repente fuese a desaparecer delante de mis narices.

Todo el mundo tiene su pequeño paraíso imaginario. ¡¡El mío es de caramelo y existe!!

martes, 20 de octubre de 2009

España y Olé

¿No decía “la Beckam” que España huele a ajo? Pues que sepáis que EEUU huele a canela. Velas aromáticas de canela, chicles con sabor a canela, crema corporal con olor a canela, pasta de dientes que huele a canela… no quiero ni pensar si se vendiera pasta de dientes con olor a ajo. En fin… que en USA todo es diferente. En los bancos existe una campana en la entrada, que debes tocar si te han atendido bien. Así que hoy en día, con el tema de los créditos, no creo que suene mucho. En los sitios de comida rápida, tú mismo te sirves la bebida, previamente pagada. Y luego la puedes rellenar cuando te vas. Si fuese así en nuestro país, nos llevaríamos el termo y las jarras de agua de casa, para rellenarlas como posesos. Pagas 1 y te llevas 5 litros pa casa.

No cierran ni las casas ni los coches con llave. Ni siquiera tienen vallas en los jardines. Cada uno respeta las propiedades de los demás. Aquí, si hiciésemos eso, veríamos nuestra tan preciada mesa del salón de madera de castaño con patas de hierro forjado, en casa de la vecina.

Dejan las luces encendidas continuamente, aunque se vayan de casa. Si hacemos lo mismo aquí, se nos caen las bragas del susto cuando llega la factura de la luz. Incluso dejan el aire acondicionado encendido todo el día y toda la noche, así que cuando usas el papel higiénico se te congela hasta el íleon. Hasta los támpax son diferentes; allí tienes que estudiar aeronáutica para ponerte uno.

Ni os cuento cuando se les ocurre hacer limpieza de nevera. Las llenan tanto, tanto, que no saben ni lo que tienen. Encuentras de todo. El día que deciden empezar a tirar cosas empiezan a salir especimenes no identificados correteando por la cocina.

Y lo peor, en la tele censuran las palabrotas. Estás viendo una peli y entre tanto Piiiiiiii, te pierdes lo mejor. Las comedias no hacen gracia porque las mejores palabras están censuradas. Con lo bien que suena de vez en cuando un “te voy a meter un hostiónnnn”. Las escenas un poco picantes también están censuradas. Y cuando digo un poco picantes me refiero a “un poco”. Así que las películas románticas son muy sosas. Imagino cómo sería en el caso de que pusieran “9 semanas y media” en la tele (evidentemente, ésa es una película que nunca verás allí). La peli duraría 15 minutos:

“- hola me llamo John, tú debes ser Elisabeth. ¿tomamos un café? Piiiiiiii. Pues sí que llueve hoy. Quítate el sombrero que yo te echo el Filvit pa los piojos Piiiiii. Ven que te voy a enseñar a hacer macedonia Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiii -

En fin… que me encanta España. Con su olor a crisis (temporal ¡¡ehhhh!!), con sus bancos sin campana, con sus 2 bolsitas contadas de ketchup por persona en el Mc Donald´s, con los de Seguritas Direct, con nuestros “aquí te pillo, aquí te mato” exentos del Piiiiii… Para nosotros Piiiiiii siempre será 3,14159265 ¡Gracias!


¡¡Viva España, cágonla hostia!!

viernes, 16 de octubre de 2009

Pintando la Casa

Un día, una amiga mía me pidió que le ayudara a pintar su salita de estar. Por supuesto acepté. No es tan difícil. Hay que separar todos los muebles de la pared, taparlos con sábanas viejas, quitar cuadros y poner un poco de cinta adhesiva en los rodapiés para no mancharlos de pintura. Mi amiga suele cambiar el color de la casa cuando se agobia un poco y necesita un cambio en su vida. Así que la tía tiene una experiencia brutal. Joé, ¡así cualquiera! Esta tía no hace nada de eso. ¡Sólo quita cuadros! Ni mueve muebles, ni cubre el suelo, ni protege rodapiéssss. El caso es que la sala de estar está llena de cosas, objetos de todo tipo; todo desordenado, parece una tienda en época de rebajas. Tiene 2 lavadoras, una secadora, un congelador, una mesa, sillas, bolsas llenas de ropa…. De todo. Pues imaginaros las peripecias que yo tenía que hacer para no tropezar y acabar con el rodillo clavao en la oreja. Ella está acostumbrada y dice que no hace falta separar nada. Y claro, no iba a discutir yo su “método artístico”. Como era una manera bastante chapucera de pintar, pensé que no importaría si se me iba la mano y pintaba sin querer un trocito de rodapiés o del interruptor de la luz. Al fin y al cabo, el “método” no dejaba de ser “de andar por casa”, noooo? El caso, es que queriendo arreglar algún trocito de pared, pasé el rodillo varias veces por algunas zonas, quedando manchas con más color en unos sitios y menos en otros. Imaginé que cuando se secase quedaría un color uniforme. Pero pasaba el tiempo y aquello seguía igual. La pared estaba pintada a machetazos. Me hice la loca, pero se dio cuenta y ella misma le dio un repaso a la pared para que quedase uniforme. Ahora ya entiendo esas miradas que me dedicaba como pensando: - y esta mujer, ¿de dónde ha salido? ¡Que no sabe ni pintar una pared! - Claro, después hubo que darle una mano de blanco a las zonas en las que se me había ido la mano, o más bien la brocha. Ese día andaba yo con un poco de tensión nerviosa, así que luchaba contra el baile de “San Vito”. Y claro, de ahí las consecuencias compulsivas de mi arte. El color lo hizo ella mezclando 2 ó 3 que ya tenía. ¡¡Es toda una artista la tía!! El resultado de su gran obra fue un color… no sé cómo describirlo… viendo una muestra en pequeñito, no estaba mal. Pero luego, una vez pintada toda la habitaciónnnnn… En esos momentos de la vida es cuando una buena amiga tiene que mentir por conservar esa gran amistad, y decir: - que no mujer, que no es un color tan feo, esssss… ¡diferente!, ¡original!, ¡de verdad que molaaaaa! -. Vamos, que no pongo yo ese color en mi casa ni Jarta de tinto de verano de terracita cutre en calle llena de obras interminables rodeada de obreros gordos y sudorosos enseñando la hucha cada vez que se agachan.
¿Y qué es lo importante de todo esto? La gran sonrisa de mi amiga viendo su salita acabada y con un color supuestamente innovador.
La que montó su marido cuando llegó :(

jueves, 15 de octubre de 2009

Un día de Pesca

Viviendo en una casita en un precioso lago hay que aprovechar los recursos que te ofrece la naturaleza, así que... ¡a pescar se ha dicho! Usamos grillos vivos, para los peces medianos y croquetas de sangre de pollo, para los grandes. Aburrida de que piquen y se escapen con la presa y harta de sacar la caña con una sola pierna del grillo o con sólo la cabeza del bichito colgando, decido pasar el rato de otra manera aún más divertida. La zona está repleta de lagartijas, serpientes y bichos asquerosos. Es lo que tiene el campo. Yo, acostumbrada a vivir en ciudad, no hago más que saltar y chillar cada vez que siento que algo roza mi cuerpo. A veces es simplemente la brisa. Y no veas con qué cara de gilipollas te mira la gente cada vez que ven a una loca saltando y chillando sin más. Las lagartijas se vuelven locas con los grillos, les gustan tanto que no prestan atención a nada más. Así que es fácil cazar una si le pones un grillo delante. Teniendo en cuenta que me dan un poquito de asco, decido cazarlas de otra manera. Y ahí estoy yo, con mi caña de pescar, un grillo en el anzuelo y cerca de la orilla esperando a que picara alguna. En cuanto una muerde el grillo, con mis reflejos de boy-scoutt quinceañero, lanzo mi cebo reptilítico al lago lo más lejos que puedo. Empiezo a descojonarme cuando veo a la lagartija volando enganchada del grillo. Cuando el miniprehistórico bichillo es consciente de que está en zona húmeda y llena de peces que se mueven bajo sus pies, se suelta y empieza a correr por encima del agua. Para que luego digan que lo de JesuCristo era un milagro. Parecía un documental de National Geographic, la lagartija corriendo con sus 2 patas de atrás como una loca. Era todo un espectáculo. Me río tanto, que ya no me importa si no pesco nada, con el "lanzamiento de lagartija" me entretengo todo el día. Debería proponerlo para las fiestas del pueblo, es menos peligroso que los encierros y te puedes emborrachar hasta la médula, total, las lagartijas no tienen cuernos.
Os recomiendo ver el siguiente vídeo para poder entender el motivo de mi diversión
http://www.youtube.com/watch?v=_Jh1-ElbXlk&NR=1

martes, 6 de octubre de 2009

Limpiando Pescado

Una amiga mía tiene una casita en un lago. Ayer salimos a pescar. Nos fue bien así que al día siguiente nos tocaba limpiar el pescado. A continuación paso a relatar el "American way" de mi amiga de Carolina del Sur. La noche anterior lo habíamos metido en hielo para mantenerlo fresco. Y tan fresco! cuando lo cogí estaba mas tieso que las magdalenas del hotel donde trabaja otra amiga mía. Para no manchar la cocina lo limpiamos en el típico embarcadero americano que hay en el lago. Habíamos pescado bastantes peces de tamaño más bien pequeño, así que nos llevaría tiempo limpiarlos ya que se nos escurrían de las manos. Parecía que querían volver al río. Mi amiga les quitaba las escamas con una cuchara y yo les cortaba las cabezas y les quitaba las tripas. Todo iba de vuelta al río para alimentar al resto de seres vivos del lago. Aquí tienen muy en consideración la alimentación de los pescaditos, igual que nosotros la de los pajaritos; sólo que nosotros les echamos migas de pan y ellos restos de hamburguesas, arroz, huesos de ciervo.... Y es que son más brutos que Srek tricotando. En fin... yo recuerdo a mi madre cuando limpiaba el pescado en casa. Utilizaba unas tijeras de cocina para cortar las aletas y así poder limpiarlo sin pincharse ni hacerse daño. Mi amiga no hace eso. No le quita las aletas. Así que cuando estás limpiando el pescado te pinchas por todos lados, y más yo, que no tengo práctica... soy una "town-girl", de esas que van a las fiestas típicas del pueblo con tacón de aguja. Yo no hacía más que pincharme y soltar un "shit" de vez en cuando. Con lo práctico que es cortarles las aletas y así poder limpiarlos sin destrozarte las manos. Sólo faltaba escuchar en las noticias de Tele 5 "mujer caucasiana del mismito Vigo, caput por infección letal producida por la espina de un ridículo pez de 10 x 4 cm". La muerte de uno puede ser recordada toda la vida por estar provocada por la mordedura de una serpiente venenosa americana o por el desgarramiento de media cabeza provocada por el ataque de un aligator americano,o por el golpe en el hígado de una gran tortuga estadounidense. Pero más recordada todavía si fue por un ridículo pinchazo y consiguiente infección mortal de un babyfish que si te pilla la poli pescando, encima te mete en la cárcel donde te juntas con peligrosos ladrones que un día robaron 2 chicles en una tienda.
Todavía tengo escamas de pez en el yunque del oído.
Una vez limpio, mi amiga metió el pescado en leche, durante 1 hora. Dijo que para que no supiese a "lago". Yo más bien habría dicho que para que no supiese a hamburguesas podridas y putrefactas.

jueves, 27 de agosto de 2009

Velada Romántica

Tengo un amigo muy especial, pero muy muy especial. Nos lo pasamos muy bien juntos y nos metemos en cada aventuraaaaa. Salimos a cenarrrrrr, nos vamos de coooopas, hacemos senderiiiiismo, vamos de tiendiiiitas, al ciiiiine, en fin, lo que hacen todos los amigos. ¡Pues NO, lo que hacen todos los amigos NO! Este chico es muy especial y suele prepararme veladas románticas muy originales. La última: con eso de que a veces no se te ocurren cosas y te apetece hacer algo diferente, va y me lleva a ver cómo despegan los aviones de Barajas. Yo me adapto a todo y lo importante es sacar cosas positivas y didácticas de cada situación. Así que ¿por qué no ir a ver despegar aviones al descampao que hay cerca del aeropuerto? El camino era más bien de bueyes así que el furgón, de esos que te llevas de viaje porque cabe hasta el sillón de la abuela, no hacía más que pegar botes. Se nos salía el cocido por las fosas nasales. Después de un buen rato llegamos a la frontera. Una valla con un agujero en medio; seguramente hecho por delincuentes que pretenden subirse a las ruedas del avión sin que nadie les vea y poder viajar a América donde son Libres para siempre (hasta que la policía americana, fina ella, les pilla y les mete en el calabozo y después de 20 años luchando para que no los frían en la silla eléctrica, los deja salir y se convierten en ciudadanos, Alias “si yo sólo quería visitar la estatua de la libertad”). Cerca de donde paramos había una especie de montaña hecha con maderas y no sé qué más; parecía la cabaña del tío Tom pero a lo poblao gitano. Mi amigo, que sabe tanto de la vida, me dice que es una chabolita y que seguramente duerme alguien ahí. Yo, pensando “No jodas”, decido subir la ventanilla y bajar el seguro de la puerta. No vaya a ser que me atraquen y me jodan la velada romántica viendo despegar y aterrizar 747´s. O la velada romántica viendo como los delincuentes se escapan por el agujero de la valla fronteriza. A mí, más que una chabolita me parecía un preparao cutre de la hoguera de San Juan. Y me imaginé la época en la que quemaban a las brujas. ¡¡Con lo bonito que es pasear en barca por el retiro!! Había más gente mirando aviones subir y bajar, así que no me sentí como una gilipollas. Pues ahí no acaba la cosa. De vez en cuando veías un coche, gente que viene a dormir la siesta a un sitio tranquilo, gente que viene a relajarse y escapar de la contaminación de la ciudad, gente que necesita estar sola y alejarse de la muchedumbre… el caso, es que no entendíamos muy bien qué necesidad tiene la gente de irse tan lejos y a un sitio tan feo teniendo parques tan bonitos en Madrid y alrededores. La sierra madrileña, los lagos, la playa de Madridddddd. En fin… ¿Qué necesidad?, ¡coño!, pues la que tienen los hombres solos, de encontrarse unos con otros en un sitio discreto. ¡¡Jodeeeeer, que estábamos en un “Pinar Gayyyyyy”!! ¡¡¡Por eso tanto hombre solo en coche!!! No preguntéis cómo nos dimos cuenta, pero nos reímos lo que no existe en las escrituras, que se dice.
Si es que no te meto un hostión porque me recuerdas a Calimero deprimido toa la vida!!

PD: aún a estas alturas me sigues sorprendiendo gratamente

miércoles, 26 de agosto de 2009

Joder Con El Pasaporteeeee

Pues nada, que una pretende irse a hacer las Américas, así de repente y de manera un tanto impulsiva y que no hay manera eh! Y es que yo, cuando quiero un helado tiene que ser YA, dentro de 3 horas ya no me vale, no sabe igual. Cuando quiero salir de marcha tiene que ser HOY, mañana ya no me vale, no me divierto igual. En fin, una caprichosita del tiempo. Pues eso, que preparo todo para el viaje y unas semanas antes alguien me dice que revise mi pasaporte porque con lo de las torres gemelas han cambiado mucho las cosas. Investigo en Internet y según lo que pone ahí, mi pasaporte no vale porque aunque caduca en 2014 y es electrónico, está expedido en 2004 y sólo valen los expedidos a partir de 2006. Teniendo en cuenta que Internet es un medio poco fiable en muchas cosas, decido investigar más. Me dirijo a la Policía de Vigo. Un policía casi prehistórico, el pobre, me dice que sí vale. Se ríe, me mira con cara de “hijaparecestonta” y me asegura que es válido. “tú hazme caso a mi”, evidentemente no le hice ni puto caso. Llamé a un contacto en Madrid, que también es policía, y se informó por su cuenta. Al rato me asegura que sí vale. Por otro lado, varios investigadores bajo mi protección hacen sus averiguaciones. Aquí, nadie estaba seguro al 100% de que el Pasaporte de los cojones me sirviese. Y diréis: - joder, pues hazte otro y ya está - … pues NO, no me hago otro NO! Eso sería lo fácil. Yo pretendía saber si el pasaporte que yo tenía valía o no. Al mismo tiempo me servía para confirmar la falta de conocimiento de la policía sobre este asunto. Joder, y a quién le pregunto? Al encargado del Mc Donald´s? otro de mis colaboradores llamó a la Policía de aduanas en la T4. Contestación: - pues hombre, por la descripción parece que sí vale, pero tendría que verlo físicamente - ¿y qué se lo envío, por Paloma mensajera?, pues no, hago mis gestiones y me presento allí. Que llegar a la T4, desde donde vivo en Madrid, no es un paseíto de “en 10 minutos vuelvo cariño”. Llegamos a un puesto de la policía y pregunto lo de mi pasaporte. Uno lo coge, lo abre, lo observa, mira aquí, mira allí y se lo lleva. Vuelve y me dice: - pues es que no estamos seguros. Vaya usted a la comisaría de la T4, que por cierto, ahora ya está cerrada – yo pensando en el pasaporte, en el que lo inventó, en los exagerados de los estadounidenses y en su puta madre. – muchas gracias, por cierto es usted tontolculo que no sabe ná – pensé. Unos días después vamos a la T4 y allí, un jovencito policía, muy majo él, me dice: - no, claro que no te vale – no voy a pasar a relatar lo que sentí en aquel momento ni lo que habría hecho con el pasaporte (ni con el policía). – que se tiene que sacar usted un pasaporte temporal el mismo día del vuelo y sólo le vale 6 meses porque si se saca usted el pasaporte nuevo tiene que pedir cita y no le da tiempo puesto que su vuelo es pasado mañana – (menos mal que el vuelo no estaba emitido).Y si me hubiera dicho el prehistórico policía de Vigo, el primer día que pregunté, hace ya unas cuantas semanas, que lo que yo tenía no me valíaaaaa??? Estaría Martita haciendo el gilipollas con el pasaporte de aquí para allá, que parecía la Páris paseando a su perrito pijo con diseño de Channel??

Conclusión: que bien se va a Toledo en tren…

martes, 2 de junio de 2009

A Veces Me Siento Así

Imagino que todos os habéis sentido así alguna vez. Sientes que te pesa la cabeza y que si te despistas, te das contra el suelo. Sientes que no te caben más lágrimas en los ojos. Lo ves todo negro clarito, negro oscuro y gris, es más, los colores te hacen daño a la vista y deslumbran esos ojos que te cuesta tanto abrir. Los pies te pesan, bueno, no sé si son los pies o el culo, pero está claro que vas arrastrando el cuerpo como si llevases una estatua de botero a caballito. Esos días te ves fea, gorda, ese corte de pelo no te favorece nada, qué horrible es la ropa que llevas puesta, no te apetece comer, dormirías todo el día, te enganchas a la tele como si fuera tu mejor amigo, te entretienen hasta los peores programas. No te apetece limpiar, ya has bautizado a las pelusillas que corretean por tu casa, parecen “eso” que recorre las calles en las películas del oeste, hasta has amaestrado a las cucarachas del baño y les has enseñado a saltar por encima de un bastoncillo de las orejas. Esos días, piensas que no existen gafas de sol lo suficientemente grandes que tapen tu tristeza, ni pastel de chocolate lo suficientemente rico que consiga arrancarte una pequeña sonrisa. Así que te encierras en casa para que nadie te vea y descubra lo mal que te sientes. Prefieres sentirte mal tú sólo y no compartirlo con nadie. No quieres que nadie te robe ni un poquito de sufrimiento. Lo quieres todo para ti.
De repente un día te levantas y descubres que el pijama negro que te pusiste la noche anterior ahora es de color. Un día rojo porque te levantas enamorada del amor; otro día verde porque sientes que algo maravilloso te puede pasar; otro día amarillo porque estás alegre y llena de vida; otro día azul porque sientes paz interior… Ese día no entiendes cómo no te has presentado a un concurso de belleza, ¡con lo guapa que eres! Con ese tipazo que tienes sientes que deberías ser modelo de ropa interior. Qué idea más buena la del cambio de look, ese corte de pelo te queda de miedo. Qué estilazo tienes vistiendo, ¡¡ni los escaparates de Zara!! Esos días te apetece comerte una vaca, un cocido para 20 y todos los pasteles del mostrador de la pastelería de la esquina. No hay tiempo para dormir, tienes tantas cosas que hacer… ¿dónde encontrará la gente tanto tiempo?, Dios mío ¿quién se puede tragar toda la basura que ponen en la tele? Esos días te da por limpiar la casa y todo brilla tanto que te puedes reflejar hasta en la mesa de madera maciza. La cabeza, que antes tocaba casi el suelo, ahora toca casi el cielo. Las únicas lágrimas que caben en tus ojos son las provocadas por la felicidad de sentirte vivo y rodeado de gente que te quiere. No sabes cómo pero la figura de botero te ha abandonado y busca a otro de quien aprovecharse. Entonces tu cuerpo se estira como si un ángel tirase de tu pelo, pero tan suavemente que sólo notas una brisa ligera en tu cabeza.

Ese día, eres la reina del mundo.




miércoles, 27 de mayo de 2009

Cómo Aprovechar La Crisis

Hay que ver cómo están las cosas con el tema de la “crisis”. Cada día me sorprendo más de cómo aprovechan tanto los vendedores como los consumidores el problema que existe actualmente. Vas a desayunar a una cafetería y resulta que si guardas 9 tickets, el desayuno 10 te sale gratis, y claro tú, sintiéndote súper e increíblemente inteligente desayunas todos los días fuera y así el 10º te sale gratis. Claro, que si nunca has desayunado fuera...¿Te vas a gastar 22,50 € porque te sale un desayuno gratis? A partir de ahora en vez de estar preocupada porque te puedan robar el bolso o el móvil mientras estás sentada en una terracita, tendrás la gran preocupación de que te roben el ticket del desayuno.Vas de paseo y pasas por una tienda con la súper oferta del mes “comprando un bolso te relagamos las sandalias”, y claro, como sólo tienes 6 pares de sandalias, un par más… jolín, total si te lo regalan… Así que sintiéndote súper e increíblemente inteligente compras un bolso, total sólo tienes 8 y ¡¡jolín, es que te regalan unas sandalias!! ¿Te vas a gastar 40 € porque te regalan unas sandalias, que por cierto, son feas de cojones, de esas que regalarías a tu amiga, esa que te cae mal, la más pedorra de la panda y que no entiendes qué hace alguien así trabajando de directora de marketing en una multinacional (y tú en el puto paro, con lo mona que eres…) asegurándole lo bien que le quedan a ella? Pues sí, te gastas 40 € y lo que haga falta, siempre y cuando regalen algo, sea lo que sea, unas sandalias, un gorrito pa la playa, una toalla pal bidé, un peine pa quitar los piojos.. Lo que sea. El caso es llevarse algo gratis.
Por otro lado no sé si somos más “listos” los consumidores o los vendedores. ¿Desde cuándo te cobran el sobrecito del Cola-Cao aparte? Pues en la cafetería del desayuno gratis si guardas 9 tickets, van y me cobran 40 céntimos por el sobre del Cola-Cao. El desayuno sólo incluía café o infusión. El Cola-Cao sólo lo toman los “raritos” así que no tenemos derecho a desayunar por 2,50 €. Yo que sólo me echo un poquitín de nada estuve a punto de decirle que sólo me cobrase 10 céntimos, ¡pero no quería ser más cutre que ellos! Luego vas a otra cafetería y te cobran 20 céntimos por pasar el croissant por la plancha. ¿Desde cuándooooo?
Así que señoras, háganme caso y a partir de ahora organicen mejor sus bolsos. Fuera cepillo del pelo (usas uno del todo a cien, luego no te lo llevas porque no te convence), fuera paraguas pequeño (si llueve taguantas), fuera espejito de bolsillo (te miras en los retrovisores laterales de los coches), fuera paquete de clinex (si moqueas te pasas disimuladamente la mano y luego chocas también disimuladamente con el que pasa a tu lado, - ups! Disculpe -), fuera caramelos por si te da un bajón de azúcar (si ves que te mareas, entras en el Lidel y robas unos), fuera barra de labios (te los pintas en casa y si se te gasta el color, entras en un todo a cien y pruebas otro, eso sí, igual sufres una dermoabrasión y eso sin tener que ir a corporación dermoestética), fuera cepillo de dientes (si comes fuera de casa, porque te queden restos de callos a la sevillana durante unas horas tampoco pasa nada, eso sí, acuérdate de no sonreirle al que trae las coca-colas), fuera tampones y compresas (si de repente te visita la pesá de “la roja” coges el pañuelo de seda recién traído de china, de tu compañera de trabajo, la que siempre viene peripuesta y que parece que va a la pasarela Cibeles, y te lo pones cual bikini de Armani, eso sí, acuérdate de escurrirlo cada media hora. Y después de quitar todas estas inútiles y ridículas cosas del bolso, metan ustedes un bote de cola-cao, una plancha del pelo (si metes un croissant en medio, sale tostao, eso sí, límpiala bien después para que el pelo no te huela a filete), 9 tickets del bus (seguro que en la cafetería ni los revisan y mira tu por dónde te has llevao un desayuno gratis), un spray antivioladores por si algún listillo te quiere robar el ticket número 9 del desayuno que has dejado encima de la mesa mientras te quemas con el cola-cao (por los daños ocasionados debido a la quemadura de 2º grado deberían devolverte por lo menos 20 céntimos de los 40 que te cobran por el sobre)…

jueves, 21 de mayo de 2009

La Nena Va Creciendo

Mi sobri crece que da gusto verla. Eso sí, no habla nada de nada. Tiene ya año y medio y las palabras que dice son las siguientes:
Agua: agua, estanque de patitos, water,
Upa: cógeme, me caí, te caiste, mamá
Maaaaaaa: mamá (en caso de que Upa no funcione)
Papá: papá, foto de papá, o cualquier chico que le mole
Guau: perrito, paloma, gaviota
Ehhhhhhhh: hazme caso, mírame, dejar de hablar de una vez!!, pan o comida
Oh!!: Ostras Pedrín!!, a esa la conozco!!
Bebé: bebé, dibujito de un niño en un cuento..
Mañsldkfjqpweiasj: todavía no entendemos esto, pero seguro que es importante

Nayeli significa “aquella que se hace querer” aunque a veces la colgarías de los pelos en el tendal de la ropa…
Cuando queremos regañarla utilizamos estas frases:
- Nayeeeeli, eso no se haaaace –
- Nayeeeeli, pórtate bieeeennn –
- Nayeeeeli, eres maaaala –
Cuando eso no hace efecto utilizamos las siguientes:
- MÓNICA!! (es su primer nombre) ya está bien –
- MÓNICA!! te siento en la silla ehhhh! –
- MÓNICA!! en el culo ehhhh! –
- MÓNICA!! Mira que yo no soy tu madre!! – (eso significa que a mi no me toreas)
Da mucha penita regañarla porque pone pucheritos y ojitos de muñequita “manga” pero hay que hacerlo, sino dentro de unos meses te pedirá un pisito en Marina D´Or y tú, tonta de ti, vas y se lo pones. Ya sabemos que los niños además de chaqueteros son unos chantajistas de la leche.
Me hace mucha gracia porque le han regalado un bolsito bandolera y se lo pone a todas horas, como todavía no tiene el pelo muy largo si le ves de espaldas y caminando, parece “Marco”, sólo le falta el monito en el hombro. Pero te das cuenta de que es niña porque va meneando la cadera y marcando estilo. Parece su tía. La diferencia es que su tía, o sea yo, lo hace pa ligar y la nena lo hace porque los pañales son un coñazo.
Cuando se enfada porque no se sale con la suya, coge lo que tiene más cerca y lo estampa contra el suelo al mismo tiempo que te mira con cara desafiante y como diciendo…: - qué!!! Me vas a pegar!!! Hazlo y te denuncio!!! – o quizás queriendo decirte…: - qué!!! Pasa algo?? Ya verás cuando seas vieja, vas directa a una residencia de ancianos, pero a la más cutre –
En fin… quien sabe… eso sí, ella se entiende perfectamente.


(dibujo de Lupi)

lunes, 18 de mayo de 2009

¿Por Qué Me Miras?

¿Nunca os habéis preguntado por que os mira todo el mundo cuando vais por la calle? Cuando se lo cuentas a los demás siempre te dicen lo mismo: - ¡no mujer, es una sensación tuya!-. Pues no señor, es cierto. Hay días de esos en los que se cruzan miles de miradas y los demás piensan que eres tú el que les miras a ellos. Hoy ha sido un día de esos. Y claro, empiezas a pensar: ¡claro! Seguro que sólo me he pintado un ojo y se me olvidó el otro, así que pareceré el protagonista de la Naranja Mecánica. O seguro que se me ha corrido el rimel porque un mosquito kamikaze invadió mi terreno ocular y no paré de llorar durante un rato (puto mosquito kamikaze...) y entonces parezco la señora “Adams”, Morticia, para los amigos. O seguro que he perdido un pendiente y sólo con uno parezco hippy. O seguro que me he emborronado el rojo-putón de labios que llevo hoy y parezco una… P…. Paleeeeta (que todavía estamos en horario infantillllll). O seguro que llevo un mosquito pegado en el pegote de brillo de labios que llevo encima de la barra rojo-putón (puto mosquito kamikaze perteneciente a “la banda de los trompeteros del espacio”, ex-cuñao del mosquito anterior, cuya mujer la mosquita muerta se divorció por conducción embriagaria). Bueno, teniendo en cuenta que no iba maquillada... no sería por nada de lo anterior mencionado.
También podría ser por llevar la cremallera del pantalón abierta, lo cual sería una buena señal para dejar de usar escotazos a lo “Pamela Andersson” ya que si se fijan en la cremalleraaaaa… O podría ser porque por encima del pantalón me asoman las bragas feuchas que utilizo cuando el tanga me tiene hasta los Coj……s, más comúnmente conocidas como “las bragas de la abuela”, esas que son de color marrón carne y que son como 2 tallas más grandes para que no te aprieten y te pueda respirar el “alma”. Los días que me las pongo rezo 3 aves Marías antes de salir de casa para que no me atropellen y entonces venga una ambulancia y en el hospital me desnuden para hacerme pruebas y el médico guapísimo, soltero y con muchas pelas, con su bata blanca a lo Neutrex Blancolor, piense: - ¡¡qué chica tan mona!! Seguro que lleva ropita interior de encaje de color rosita angelical – y más tarde se horrorice al ver mis bragas-paracaídas color “cacapatí” poniendo cara de Doctor House el día que no se ha tomado sus All-Bran en el desayuno. Bueno, teniendo en cuenta que llevaba un peto vaquero… no sería por nada de lo anterior mencionado.
Pues no sé por qué será, pero si me ves por la calle….
NO ME MIRES QUE TESCUPO

Es O No Es Mala Suerte...

¡¡Jolín menudos días que llevo!! Una, que es tan buena y solidaria con el mundo, reciclando vidrio, entregando un paquete de lentejas en la “operación kilo”, sonriendo a los niños cuando se acercan, mandando un besito a los perritos que están atados en la entrada de la frutería, cediendo el sitio a la gente mayor en el autobús…. Y nada, a la vida le cuesta sonreirme, debe ser que se le gastó la sonrisa con el matrimonio Pitt, que tantas misiones solidarias hacen por la India. En fin…. El caso es que no sé qué más me puede pasar estos día, por si acaso no me em-barco ni me en-avion-o, que seguro que colaboro con ese pequeño porcentaje de transportes accidentados.
Una sola entrevista de trabajo en 7 meses que llevo de paro (es o no es mala suerte); mi madre ingresa por 2ª vez en 6 meses en el hospital, una pulmonía, bueno dos (es o no es mala suerte); tengo la cara destrozada por culpa de todos los arañazos que me dedicó un lindo gatito, algún día un camión de enorme-gran tonelaje le pasará por encima del rabo (es o no es mala suerte); hace tres días me destrozaron el coche en un cruce. Ups! Se despistó y se saltó un ceda al paso, eso es lo que dijo. Yo casi me despisto y le meto una hostia. Ni un golpe en 15 años de carné (es o no es mala suerte); Llevo el coche al taller y hay huelga del metal, es decir “metal-sel coche por el culo” (es o no es mala suerte); veo un autobús de esos para donar sangre y teniendo en cuenta que la última vez fue hace 4 meses más o menos me decido a colaborar con la causa. El bus lleno, pero un agradable jovencito me cede su sitio. Una, que ya tiene su edad, acepta y reposa cual medallista de triatlón recién llegada a la meta. Pues yo haciéndome a la idea del tema de la sangre y desarrollando un gran poder de concentración y evasión para no marearme mucho voy y escucho: - pero tú… ¿cuánto pesas?-. Le dije 60 k haciéndome la remolona pero no coló, teniendo en cuenta que uso una 36 de pantalón y se nota. Me pesaron. 51 k. bueno, de ahí a 60 tampoco hay tantos. ¿¿¿Acaso hay gran diferencia entre 50 mosquitos picándote y 60???. Pues vaya tontería de diferencia. No se quisieron arriesgar porque la enfermera me dijo que se podía producir una descompensación en mi organismo al salir la sangre. Y yo pensando…vale!!! Lo me que faltaba!! Además de deprimida, desesperanzada ante la vida y la crisis financiera (por cierto, busco trabajo de lo que sea, eso sí, los fines de semana libres para vender pañuelos en el semáforo de la gran vía), sin ganas ni de ir de compras, con la cara llena de arañazos, ojeras de dormir poco por estar enganchada a un video-juego del PC, flaccideces propias de mi edad (eso es lo que me dijo un tío al cual casi dedico de manera voluntaria y desinteresada un hostión) debidas a que dejé de hacer ejercicio por una tendinitis de tanto correr en la playa, y además de todo eso encima “DESCOMPENSÁ”, no hija no!!! Para eso ya me descompenso yo con gominolas, palmeras de chocolate y gofres de la calle Principe (por cierto también he trabajado de Gofrera, por si alguien busca una)

¡¡¡Es o no es mala suerte!!!

martes, 10 de marzo de 2009

Mi Primera Clase De Tai Chi


¡¡Madre mía!! ¿A quién se le ocurre? Qué manía tengo de apuntarme a clases con nombres raritos. La verdad es que no sabía ni de qué iba este tipo de “arte”, porque de verdad que es todo un arte. Voy y me planto con mis mallas y mi camiseta. Ésa es mi vestimenta deportiva, cómoda y discreta. Entro en clase y todo Dios vestido con ¡¡ kimono de seda!! Y es que amigos, ¡¡a la gente le sobra el dinero!! Yo, me ciño a mi economía (bastante limitadita actualmente), así que mallas y camiseta para tó. ¿Pilates? Con mallas y camiseta, ¿baile? Con mallas y camiseta, ¿Tai Chi? CON MALLAS Y CAMISETAAAA (¡¡qué leches!!). Pero la cosa no queda ahí. Además del kimono, que por cierto, seguro que el nombre se le puso cuando una como yo entró en una clase de éstas, vio al profe vestidito con la indumentaria adecuada y pensó: - qui mono!! -. El caso es que también se utilizan unos abanicos de la marca “lokomía”, digo yo que se llaman así porque una como yo entró en una clase de éstas, vio al profe tras un gigante abanico y pensó: - me lo komía -. Y por último, están las espadas, - ésta es pada ti, y ésta otra es pada ti – (digo yo que será por eso). ¡¡Vamos!! Que para acudir a una clase de este tipo, hay que tener paga extra. Con lo barato que es correr por la playa CON MAYAS Y CAMISETA. No imagino a la gente haciendo footing con kimono de seda, jaja.
Pues voy yo, que ando un poco despistada últimamente, ¿no voy y me meto en la clase “avanzadaaaa”? los demás hacían Tai Chi, yo, el gilipollas. Menos mal que hay 2 profesores y uno de ellos, la mujer, se puso conmigo; clase particular. A mi que me gusta pasar desapercibida y perderme entre un grupo grande de gente donde sé que nadie me va a ver… pues la clase la dan con una luz muy suave, casi en penumbra, para llegar a la relajación del alma pero no!, para que yo viese bien encendieron todas la luces, así que todo el mundo podía ver a Marta haciendo el gilipollas, y a la profe Tai Chi. Ella me decía: - no te preocupes, el próximo día ya lo irás cogiendo – y yo pensando: - ¿el próximo díaaaaa? Pedazo mendruga yo no vuelvo -. El caso es que le cogí gustito a eso de las posturitas. Parece que estás pisando huevos o escapando del malo en una peli de miedo (tu corres mucho pero el cuerpo se mueve muuuy despacio y al final te coge. Y te mata. Y te acuerdas de la madre del director, de su tía Remedios pal lumbago y de sus muertos.
El próximo día voy a la clase de “principiantes”.



(dibujo de Lupi)

jueves, 5 de marzo de 2009

Ultimamente Estoy Que Lo Rompo!!

Yo no sé qué me pasa últimamente que todo lo que cojo cobra vida. Y es que últimamente se me rompe todo. Llevo 3 días… que mejor no tocar el jarrón de cristal de Bohemia que me regaló la reina Margarita II cuando estuvimos tomando té con pastas inglesas a la mantequilla en su salón azul (el saloncito rosa palo de chicle lo reserva para los reyes de Bulgaria). El caso es que ya se me han roto 3 cosas, una por día. Estoy que bato el record guinness de “todo lo que cobra vida en manos de Marta”.
1er objeto roto: vaso de cristal comprado en 2002 en sabe Dios qué tienda de Vigo.
Conclusión: rotura producida por un “mal golpe”.
¿Y cómo se rompe un vaso? Pues normalmente cuando se cae al suelo. Pues no señor, a mi se me rompe sin llegar a tocar el suelo. Con un simple roce con la puerta de la alacena, hala, a tomar por culo el vaso. Si fue un golpecito de nada… además el vaso era de estos gordos de whisky que salen en las películas, resistentes y duraderos. ¿A quién coño se le ocurre tener vasos de whisky en casa cuando una es ex alcohólica anónima (no sé por qué se les llama “anónimos” si al final te conoce todo el grupo y le cuentas tu vida enterita a todos). El caso es que el golpecito fue muy suave, pero debí darle un “mal golpe”. Es como cuando te caes en la calle y te haces una heridita de nada en la rodilla. Ahora sí, cuando te das un “mal golpe” te caes en la calle y te matas.
Bueno, pues no te creas que el vaso se rompe en 3 trozos limpios, nooooo, se tiene que hacer añicos y saltar miles de astillas que llegan, uno no sabe cómo, hasta el vaso que utilizas cuando te enjuagas los dientes. De ahí, las tan conocidas encías sangrantes. Lo malo es que siempre crees que recogiste todos los trocitos pero 1 mes después todavía encuentras una astillita en la alfombra por la que anduviste descalzo. Pues nada, sacas la aspiradora y a disimular el destrozo que has provocado por tu torpeza debida a que estás medio babeando con tanto antidepresivo. Aproveché y por fin me decidí a limpiar la casa con la excusa de tener que pasar la aspiradora por lo de los cristalitos que nadie encuentra con la escoba. Aparto la escalera que tengo para alcanzar la parte de arriba de mi armario, aparto la caja de Dixán concentrado que no cabe en ningún sitio más que detrás de la escalera, aparto el cubo de la fregona que tampoco cabe en ningún sitio más que detrás de la caja de Dixán concentrado colocada tras la escalera “alcanza ropa inalcanzable”, aparto la escoba y el recogedor que tampoco caben en ningún sitio más que detrás del cubo de la fregona que a su vez coloco detrás de la caja de Dixán concentrado colocada detrás de la escalera “alcanza ropa paquécoñotengotanta”. Y por fin llegamos al aspirador.
2º objeto roto: jarra del agua comprada en 2002 en el Carrefour
Conclusión: rotura producida por un “golpe tonto”
¿Cómo es posible que se rompa algo que cae desde 2 cm de altura? Estaba colocada en la estantería pegada al suelo, pero como fue un “golpe tonto”, se rompió. Es como cuando te caes en la calle y te haces una heridita de nada en la rodilla. Ahora sí, cuando te das un “golpe tonto” te caes en la calle y te partes la cabeza. Después te mueres.
Halaaaa!!!! Otra vez el piso lleno de astillitas de los cojones. ¿Y no se podría romper en trozos grandes como el asa, que no hay Dios que rompa una en mil añicos?
Aparto la escalera que tengo para alcanzar la parte de arriba del armario pensando en donar el 80% de mi ropa para no tener que usar la escalera y así poder regalársela a los albañiles de la obra de enfrente. Aparto la caja de Dixán concentrado que tengo detrás de la escalera pensando en comprar detergente en monodosis. Aparto el cubo de la fregona que está detrás de la caja de Dixán concentrado (me cago en Aurelio Dixán, creador de la caja de metro por metro de Dixán) a su vez colocada tras la escalera ya casi regalada, pensando en comprar otro cubo porque el mío es rojo y le he cogido manía al rojo. Ahora lo quiero de color verde-burro. Aparto la escoba y el recogedor que están detrás del cubo de la fregona de color rojo-letengomanía que a su vez está colocado tras la caja de Dixán concentrado (contraté a unos sicarios pa que maten al Aurelio) que a su vez está colocada tras la escalera (pa qué coño tengo yo una escalera en casa si ya no tengo ropa en el armario…) pensando en deshacerme de la escoba y el recogedor ya que no los uso. Con un aspirador ¿quién quiere una escoba? Y por fin llegamos al aspirador.
3er objeto roto: taza de porcelana de regalo al comprar una caja de galletas en 2002
Conclusión: rotura producida por un “fenómeno paranormal”.
Y es que una está fregando tranquilamente y de repente se queda con el asa de la taza en la mano. ¿Y dónde está el resto de la taza? Pues tropezando en el borde del fregadero ha ido a para al suelo y se ha roto en trocitos y miles de astillas de porcelana. Seguro que ha sido el hijoputa del fantasma de la ópera que no estando contento con la limpieza del piso decide jugar al “puteo Martoniano”. Menos mal que ya no tengo escalera, se terminó la caja de Dixán, regalé la escoba y el recogedor, y sólo tengo que apartar el cubo verde-burro de la fregona (el rojo no sé cómo, salió disparado por la ventana, cayó encima de una señora y la mato. Y qué casualidad que esa señora era mi vecina, la que me tiene hasta los cojones con la tele tan alta.

No sé por qué se ha rajado el tubo de la aspiradora por dentro. Voy a tener que comprar una escoba y un recogedor.