Son historias del día a día. Pequeñas y grandes anécdotas con un pequeño toque de comicidad e ironía, aunque os aseguro que alguna ha sido más bien para llorar que para reír, pero como hay que reírse de todo... y por cierto, en ningún momento pretendo ofender a nadie con mis historias.
sábado, 31 de octubre de 2009
El Niño de la Gaita
A ver, las gaitas molan. Y el sonido es muy bonito cuando la tocan 4 ó 5 hombres en minifalda escocesa y por supuesto nada por debajo.
Y ahora que han conseguido despertarme, que me asome por la ventana, que casi me lleve restos de ADN gratuítos y que esté de mala leche, se van tocando el claxon. Yo que me había animado a ponerme un chándal, bajar y unirme a la banda de “tocahuevos despiertadulcineas”.
El niño seguro que aprendió a tocar la gaita en un curso a distancia de CCC
viernes, 30 de octubre de 2009
El Baño de una Chica
El otro día, la verdad es que tardó muchas horas en confesarlo y quizás no pretendía hacerlo hasta que le pregunté por qué había estado tannnnto tiempo en la ducha gastando litros y litros de agua, me contó lo que le había pasado. Con los ojos cerrados para que no le entrara agua tanteó los productos que había en la ducha. Se echó el champú y tras frota que te frota abrió un ojo porque aquello no hacía espuma ¡hostias, si esto es gel “íntimo”!, por eso NO HACE ESPUMAAAA, sólo nos faltaba a las mujeres espuminizarnos la “joya de la corona”. Tras el primer intento fallido de lavarse el pelo, encontró el champú. Se quitó los restos del Lactacyd con aloe vera, melisa y miel del pelo y se echó por fin el champú. Pero TAMPOCO HACÍA ESPUMAAAA. Abrió el otro ojo ya que en el primero le habían entrado restos del gel íntimo. ¡Hostias, si esto es suavizante! ¿¿Joder, esta niña no tiene champúuuu?? Después de quitarse los restos aceitosillos del suavizante para cabellos secos y con los dos ojos escocíos de tanto producto NO APTO para lavar el pelo, divisó de mala manera el CHAMPÚ.
Vamos a ver, hombres y espécimenes que se hacen pasar por hombres, ¿a día de hoy, todavía tenemos que explicaros que mientras vosotros usáis champú a secas, nosotras necesitamos más productos para estar tan guapas? Y es que en la ducha de una mujer hay botes de todos los colores. 3 ó 4 de champú; champú para cabellos secos, para cabellos con caspa, para cabellos castigados, para cabellos teñidos… ¡¡qué pasa!! ¡¡Con tanto cambio hormonal también nos cambia el estado capilar!! 3 ó 4 de suavizante; suavizante para cabellos secos, para cabellos frágiles, para cabellos que se encrespan, para cabellos teñidos… ¡¡pues sí!! ¡¡no vas a usar un suavizante para cabellos rizados si lo tienes liso a lo plancha!!. 1 ó 2 botes de mascarilla. En eso somos sencillitas. Uno para cabellos normales y otro para teñidos. ¡¡Joder, es que os empeñáis en que cambiemos de look y que nos tiñamos el pelo para que parezca que estáis con otra!! Un bote de exfoliante corporal. ¿No queréis tocar una piel lisita como la de los bebés? Y no sigo, pero sin que os enteréis, llenamos los muebles del baño con productos que al final nunca nos acordamos de utilizar.
¡Uf! Me alegro de haber guardado el exfoliante en un cajón, si lo llegas a pillar por banda ahora mismo parecería Filemón.
haz click en el vídeo:
"http://www.youtube.com/watch?v=E42vvGkQjag">
Una Compra en Toda Regla
Entro en el súper toda contenta con mi carro y lo aparco en la zona de carros marujeros, descubriendo que el mío no es el más feo, jeje. Era la 1ª vez que podía meter cosas en la cesta sin preocuparme del peso, así que aproveché y me lié a meter tarros y botes. Creo que me tiré casi una hora haciendo la compra y eso que era un súper pequeñito. Cuando tienes práctica en el tema, colocas todo ordenadito en la cesta, en mi caso, estaba todo revuelto, no sabía ni lo que llevaba. Gracias a que el chico de la caja había hecho un master en orden y desastres y lo distribuyó todo de manera muy eficiente. Después de pagar cogí mi carrito y comencé a llenarlo con lo que había comprado. Novatada de principiante: compras más de lo que te cabe en el carrito. Y ahí me veis, con el carro rebosando de cosas y encima con 3 bolsas más que tuve que llevar en mano. El carro pesaba tanto que si paso a través de un tornado, ni me inmuto. Vacas volando, tejados de casas volando, árboles volando, coches volando… y Marta con su carro pegada al suelo a lo loctite. En fin… momento de “escaleras mecánicas” y claro, ¿¿cómo se me va a ocurrir a mi usar el ascensor?? Yo, a lo fácil; escaleras; y encima de las que se mueven. ¡¡Menudo numerito!! yo, peso minimosca; las 3 bolsas, peso mediano y el carro, peso pesado de cojones. Tuve que hacer varios ensayos antes de probar la ”caída escaleras abaixo”. A la 4ª o 5ª me decidí a probar suerte. Yo, hablando sola, dándome ánimos a mí misma y diciéndome que era prácticamente imposible caerme con el carro encima y las botellas de ajax concentrado de peinetas. ¡¡Pues no me caí!! Lo siento habría sido gracioso. Eso sí, estuve a puntito de protagonizar “terror en el supermercado II” debido a la cantidad de sangre y cristales clavados en la cabeza debido a la estrepitosa caída que aprovecharía más de uno para llevarse un bote de nocilla bajo la sudadera…
Ahora entiendo a las señoras mayores cuando tienen que coger las escaleras mecánicas en el Corte Inglés. ¡Es de coña! Pa grabarlo y colgarlo en YouTube.
¡Joder lo que pesaba todo! ¡Y encima no fui precisamente al súper que tengo al lado de casa! Yo, conocida por mi gran inteligencia, me voy a un súper que hay a 20 minutos andando y cuesta abajo, con lo cual, al volver a casa me tocaba subir toooodo cuesta arriba y cargada como una mula, partiéndome el espinazo cual esclavo egipcio construyendo las pirámides. ¡Vamos! que el Jorobado de Villaverde y yo, gemelos pero yo la guapa. Tuve que ir por carretera porque no quería ni pensar en tener que subir y bajar aceras. ¿Y no van y ponen un súper escalón para acceder a mi portal? ¿Uno de esos en los que tienes que usar una escalera de obrero para pasar al otro lado? Menos mal que ese día el ascensor funcionaba.
Yo no soy gilipollas, la próxima vez hago “la compra on-line” y que un guapo y fornido chico me la traiga a casa (digo la compra).
viernes, 23 de octubre de 2009
The Candy Store
Había un apartado de caramelos para ocasiones especiales: para el día de los inocentes, caramelos que al derretirse en tu boca se convertían en sangre ficticia. Para Halloween, caramelos en forma de calabaza, brujas y fantasmas. Para una cita especial, caramelos con forma de… estos no los voy a describir.
Había otro apartado con cajitas antiguas de colección llenas de minúsculos caramelos.
Me sentía como uno de los niños de la película “Charlie y la fábrica de chocolate”, mis ojos centelleaban como los de un niño perdido en una isla de caramelo. Por cierto, entre los 20 tipos diferentes de chocolatinas que había, estaban las de “Wonka”, ¿quién me iba a decir a mi que la chocolatina de la película existía de verdad?
Iba de un lado a otro de la tienda intentando retener todo en mi memoria, como si de repente fuese a desaparecer delante de mis narices.
Todo el mundo tiene su pequeño paraíso imaginario. ¡¡El mío es de caramelo y existe!!
martes, 20 de octubre de 2009
España y Olé
No cierran ni las casas ni los coches con llave. Ni siquiera tienen vallas en los jardines. Cada uno respeta las propiedades de los demás. Aquí, si hiciésemos eso, veríamos nuestra tan preciada mesa del salón de madera de castaño con patas de hierro forjado, en casa de la vecina.
Dejan las luces encendidas continuamente, aunque se vayan de casa. Si hacemos lo mismo aquí, se nos caen las bragas del susto cuando llega la factura de la luz. Incluso dejan el aire acondicionado encendido todo el día y toda la noche, así que cuando usas el papel higiénico se te congela hasta el íleon. Hasta los támpax son diferentes; allí tienes que estudiar aeronáutica para ponerte uno.
Ni os cuento cuando se les ocurre hacer limpieza de nevera. Las llenan tanto, tanto, que no saben ni lo que tienen. Encuentras de todo. El día que deciden empezar a tirar cosas empiezan a salir especimenes no identificados correteando por la cocina.
Y lo peor, en la tele censuran las palabrotas. Estás viendo una peli y entre tanto Piiiiiiii, te pierdes lo mejor. Las comedias no hacen gracia porque las mejores palabras están censuradas. Con lo bien que suena de vez en cuando un “te voy a meter un hostiónnnn”. Las escenas un poco picantes también están censuradas. Y cuando digo un poco picantes me refiero a “un poco”. Así que las películas románticas son muy sosas. Imagino cómo sería en el caso de que pusieran “9 semanas y media” en la tele (evidentemente, ésa es una película que nunca verás allí). La peli duraría 15 minutos:
“- hola me llamo John, tú debes ser Elisabeth. ¿tomamos un café? Piiiiiiii. Pues sí que llueve hoy. Quítate el sombrero que yo te echo el Filvit pa los piojos Piiiiii. Ven que te voy a enseñar a hacer macedonia Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiii -
En fin… que me encanta España. Con su olor a crisis (temporal ¡¡ehhhh!!), con sus bancos sin campana, con sus 2 bolsitas contadas de ketchup por persona en el Mc Donald´s, con los de Seguritas Direct, con nuestros “aquí te pillo, aquí te mato” exentos del Piiiiii… Para nosotros Piiiiiii siempre será 3,14159265 ¡Gracias!
¡¡Viva España, cágonla hostia!!
viernes, 16 de octubre de 2009
Pintando la Casa
¿Y qué es lo importante de todo esto? La gran sonrisa de mi amiga viendo su salita acabada y con un color supuestamente innovador.
La que montó su marido cuando llegó :(
jueves, 15 de octubre de 2009
Un día de Pesca
Os recomiendo ver el siguiente vídeo para poder entender el motivo de mi diversión
http://www.youtube.com/watch?v=_Jh1-ElbXlk&NR=1
martes, 6 de octubre de 2009
Limpiando Pescado
Todavía tengo escamas de pez en el yunque del oído.
Una vez limpio, mi amiga metió el pescado en leche, durante 1 hora. Dijo que para que no supiese a "lago". Yo más bien habría dicho que para que no supiese a hamburguesas podridas y putrefactas.