viernes, 25 de diciembre de 2009

Navidad en el Supermercado

Ir al cine, de bailoteo un sábado por la noche, a un Karaoke con tus amigos… ¡¡es que no tenéis ni idea!! Lo más divertido es pasar la tarde antes de noche buena en el Alcampo. Se me ocurrió salir de casa después de llevar toda la mañana encerrada en mi autismo. Guantes en mano, me dirigí a dicho supermercado. La gente andaba como loca como si a alguien se le fuese a ocurrir retirar del mercado su turrón preferido. En la carnicería la gente se pegada por el cordero. Eso decía el cartel: “cordero”, yo sólo veía un cadáver pelao y ensangrentao que bien podía ser un caniche flaco y no enterarse nadie. En la pescadería, las marujas casi se escupían a la cara porque la maruja número 1 se llevaba un langostino que la maruja número 2 tenía fichado. En la zona de juguetes, los niños no hacían más que tocarlo todo y tú con ganas de cortarles las manos y regalárselas a los padres diciendo que era un detalle de la casa, por ser fieles un año más. Esos días la gente anda empaná. En plan dominguero. Tienes que ir pasando entre la gente dando codazos como si te estuvieras quitando zombis de encima. No compré nada porque en realidad iba a pasar el rato. Es más, si me hubiesen dejado una silla de camping y unos gusanitos, me habría quedado allí a pasar la tarde.

1 comentario:

La Inquieta dijo...

Hola!

Acabo de descubrir tu blog y me ha encantado. Espero visitarlo a menudo.
Tienes razón con la locura de los super estos días. Mi propósito todos los años es no pisar uno después del día 22, ya que no me lo suelo tomar con tan buen humor como tu.
De momento, lo voy cumpliendo.

Saludos!