martes, 6 de octubre de 2009

Limpiando Pescado

Una amiga mía tiene una casita en un lago. Ayer salimos a pescar. Nos fue bien así que al día siguiente nos tocaba limpiar el pescado. A continuación paso a relatar el "American way" de mi amiga de Carolina del Sur. La noche anterior lo habíamos metido en hielo para mantenerlo fresco. Y tan fresco! cuando lo cogí estaba mas tieso que las magdalenas del hotel donde trabaja otra amiga mía. Para no manchar la cocina lo limpiamos en el típico embarcadero americano que hay en el lago. Habíamos pescado bastantes peces de tamaño más bien pequeño, así que nos llevaría tiempo limpiarlos ya que se nos escurrían de las manos. Parecía que querían volver al río. Mi amiga les quitaba las escamas con una cuchara y yo les cortaba las cabezas y les quitaba las tripas. Todo iba de vuelta al río para alimentar al resto de seres vivos del lago. Aquí tienen muy en consideración la alimentación de los pescaditos, igual que nosotros la de los pajaritos; sólo que nosotros les echamos migas de pan y ellos restos de hamburguesas, arroz, huesos de ciervo.... Y es que son más brutos que Srek tricotando. En fin... yo recuerdo a mi madre cuando limpiaba el pescado en casa. Utilizaba unas tijeras de cocina para cortar las aletas y así poder limpiarlo sin pincharse ni hacerse daño. Mi amiga no hace eso. No le quita las aletas. Así que cuando estás limpiando el pescado te pinchas por todos lados, y más yo, que no tengo práctica... soy una "town-girl", de esas que van a las fiestas típicas del pueblo con tacón de aguja. Yo no hacía más que pincharme y soltar un "shit" de vez en cuando. Con lo práctico que es cortarles las aletas y así poder limpiarlos sin destrozarte las manos. Sólo faltaba escuchar en las noticias de Tele 5 "mujer caucasiana del mismito Vigo, caput por infección letal producida por la espina de un ridículo pez de 10 x 4 cm". La muerte de uno puede ser recordada toda la vida por estar provocada por la mordedura de una serpiente venenosa americana o por el desgarramiento de media cabeza provocada por el ataque de un aligator americano,o por el golpe en el hígado de una gran tortuga estadounidense. Pero más recordada todavía si fue por un ridículo pinchazo y consiguiente infección mortal de un babyfish que si te pilla la poli pescando, encima te mete en la cárcel donde te juntas con peligrosos ladrones que un día robaron 2 chicles en una tienda.
Todavía tengo escamas de pez en el yunque del oído.
Una vez limpio, mi amiga metió el pescado en leche, durante 1 hora. Dijo que para que no supiese a "lago". Yo más bien habría dicho que para que no supiese a hamburguesas podridas y putrefactas.

No hay comentarios: