lunes, 18 de mayo de 2009

Es O No Es Mala Suerte...

¡¡Jolín menudos días que llevo!! Una, que es tan buena y solidaria con el mundo, reciclando vidrio, entregando un paquete de lentejas en la “operación kilo”, sonriendo a los niños cuando se acercan, mandando un besito a los perritos que están atados en la entrada de la frutería, cediendo el sitio a la gente mayor en el autobús…. Y nada, a la vida le cuesta sonreirme, debe ser que se le gastó la sonrisa con el matrimonio Pitt, que tantas misiones solidarias hacen por la India. En fin…. El caso es que no sé qué más me puede pasar estos día, por si acaso no me em-barco ni me en-avion-o, que seguro que colaboro con ese pequeño porcentaje de transportes accidentados.
Una sola entrevista de trabajo en 7 meses que llevo de paro (es o no es mala suerte); mi madre ingresa por 2ª vez en 6 meses en el hospital, una pulmonía, bueno dos (es o no es mala suerte); tengo la cara destrozada por culpa de todos los arañazos que me dedicó un lindo gatito, algún día un camión de enorme-gran tonelaje le pasará por encima del rabo (es o no es mala suerte); hace tres días me destrozaron el coche en un cruce. Ups! Se despistó y se saltó un ceda al paso, eso es lo que dijo. Yo casi me despisto y le meto una hostia. Ni un golpe en 15 años de carné (es o no es mala suerte); Llevo el coche al taller y hay huelga del metal, es decir “metal-sel coche por el culo” (es o no es mala suerte); veo un autobús de esos para donar sangre y teniendo en cuenta que la última vez fue hace 4 meses más o menos me decido a colaborar con la causa. El bus lleno, pero un agradable jovencito me cede su sitio. Una, que ya tiene su edad, acepta y reposa cual medallista de triatlón recién llegada a la meta. Pues yo haciéndome a la idea del tema de la sangre y desarrollando un gran poder de concentración y evasión para no marearme mucho voy y escucho: - pero tú… ¿cuánto pesas?-. Le dije 60 k haciéndome la remolona pero no coló, teniendo en cuenta que uso una 36 de pantalón y se nota. Me pesaron. 51 k. bueno, de ahí a 60 tampoco hay tantos. ¿¿¿Acaso hay gran diferencia entre 50 mosquitos picándote y 60???. Pues vaya tontería de diferencia. No se quisieron arriesgar porque la enfermera me dijo que se podía producir una descompensación en mi organismo al salir la sangre. Y yo pensando…vale!!! Lo me que faltaba!! Además de deprimida, desesperanzada ante la vida y la crisis financiera (por cierto, busco trabajo de lo que sea, eso sí, los fines de semana libres para vender pañuelos en el semáforo de la gran vía), sin ganas ni de ir de compras, con la cara llena de arañazos, ojeras de dormir poco por estar enganchada a un video-juego del PC, flaccideces propias de mi edad (eso es lo que me dijo un tío al cual casi dedico de manera voluntaria y desinteresada un hostión) debidas a que dejé de hacer ejercicio por una tendinitis de tanto correr en la playa, y además de todo eso encima “DESCOMPENSÁ”, no hija no!!! Para eso ya me descompenso yo con gominolas, palmeras de chocolate y gofres de la calle Principe (por cierto también he trabajado de Gofrera, por si alguien busca una)

¡¡¡Es o no es mala suerte!!!

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