sábado, 25 de octubre de 2008

"Mi Niña Coquito"

Hace 11 meses nació el amor de mi vida: mi sobrina. Yo le llamo Coquito porque cuando nació tenía el pelo de punta y cortito… parecía un coco de los que compras en el “súper”. ¡Más linda! Ahora se lo han cortado como a su papá y parece que la van a alistar en la legión, está graciosísima aunque yo estoy deseando que tenga una melena para llenársela de horquillas horteras que sólo le regalaría una tía.
¿Por qué nos empeñamos en hacer regalos que nos gustan a nosotros y que pensamos que son adecuados para los bebés, si ellos mismos son lo que deciden cuál les gusta siendo aún tan pequeñitos? Les regalamos peluches, juegos didácticos, cuentos infantiles… y al final se entretienen con lo que nunca te habrías imaginado: el marco de una puerta ¡toma ya! Y es que mi niña se vuelve loca con las puertas. La colocas entre los dos marcos de una puerta y parece que está viendo un partido de tenis. Mira el marco derecho, mira el marco izquierdo, mira el marco derecho mira el izquierdo. Ni Stevie Wonder en sus mejores conciertos. Y los demás estrujándonos los sesos pensando qué coño le hace tanta gracia. Para mí, que en ocasiones ve muertos, porque se queda mirando a la nada pero como atendiendo a algo (prefiero no pensar que en casa somos más de los que nos vemos). Y ya es para morirse como le pongas una súper-mega-gigante etiqueta de Zara delante. Le vuelven loca las etiquetas. Darle algo con una etiqueta llamativa y pondrá cara de “Dios de mi vida acabo de descubrir algo que nadie más en el mundo conoce”. Cuando crezca la voy a impulsar por el mundo del Psicoanalismo.
Ahora nos tiene fritos porque ha descubierto que diciendo: - ¡EHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH! (pero con chillidos insoportables de bebé) – llama nuestra atención. Lo que no sé es cómo no se asusta con la cara que ponemos de “cagonlaniñaloscojones”. Estoy deseando que empiece a hablar para que lo primero que diga sea: - Hola Marta tía más guapa del mundo sobre la tierra terrenal – claro que tendré que darle unas clases particulares para que diga eso antes que papá o mamá.
También estamos deseando que empiece a gatear, sobre todo porque se arrastra por el suelo sólo con un brazo como si del soldado Ryan recién herido se tratase. ¡Es de coña!. ¡Mira que es complicada la nena! Yo creo que con su cabezonería y su fuerza, será una luchadora nata, cosa fundamental en esta vida. Eso sí, la semana que viene empieza la guardería e imagino que le caerán hostias por un tubo. Pero ahí estará su “Tía de Arco”para salvar a la princesita de las garras de las futuras arpías del país (con “ellos” que se saque las castañas del fuego ella solita, que a mi me dan miedo).

Y es que, mi niña Nayeli es lo más bonito que han puesto en mi vida.

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