viernes, 23 de enero de 2009

Yo y mi Pequeña Mancha Humana


Tengo una pequeña manchita en la boca. Hace años era una pequita y fue creciendo…. El dermatólogo dijo que no era nada grave pero que lo vigilara. Nunca creció más. El caso, es que toooodo el mundo está empeñado en quitármela como sea!!!. – “tas manchao, tienes restos de comida, ¿has estado mordiendo un boli?...tienes tinta en los labios, pues sí que te dura el calenturón!!, ¿por qué siempre te salen heridas en la boca?” – Todo esto es lo que me suelen decir. Pero lo peor son los bebés… les coges en brazos y no te miran a los ojos, ni a los pendientes de aro que siempre les da por tirarte de ellos hasta que se te caen las lágrimas, ni al piercing de la ceja, NO, no señor… te tienen que mirar a la manchaaa!!!!. Y una lleva años intentando ignorarla como si no existiese, pero NO, te lo recuerdan a todas horas!!!. Estamos yo, el bebé y la mancha de los huev…, y el enano no hace más que analizar eso que tanto le llama la atención. Y claro, ¿qué hacen todos los bebés? Pues tocarlo todo… a éstas alturas me sorprende que todavía no me haya desaparecido la dichosa mancha porque todo el mundo está empeñado en limpiarme con la mano como si de un pegote se tratara.
Pero me encanta mi sobrina!! Cuando está en mis brazos pone ojitos de “andá, la loca del calenturón” y me encanta cómo la analiza. Sube la cabeza, la baja, la gira….sin dejar de mirar mi pequeño defecto. Digo yo que igual la mancha es tridimensional y no menterao!.
También hay algún espabilao que me suelta: - “me encanta esa manchita que tienes en la boca, es muy sexy” – Sexy tu puta madre!! Y no le sueltunguantazo porque no hay confianza, eso sí, sonrío con cara de angelito degollao mientras pienso: - yo sí que te voy a dejar de “mancha” en la pared de un hostión -.
Así que a partir de ahora, soy Marta, alias “Dulcinea de la mancha”.

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